5 cuentos para trabajar el acoso escolar en el aula
Laura Borao Moreno
Profesora de Secundaria desde hace 15 años, imparto la asignatura de “Valencià: Llengua i literatura”. Autora de la Princesa d’Or (Tabarca, 2015) y de artículos sobre Flipped Classroom. Desde septiembre 2016 le doy forma a www.lauraborao.com
Cuando salta alguna noticia en los medios de comunicación sobre algún caso de acoso escolar, yo, como parte implicada dentro del engranaje educativo, me siento responsable porque sé que la violencia (en todos los niveles) convive entre nosotros. Cualquier insulto, desprecio o empujón hay que prestarle atención, aunque pensemos que “son cosas de niños”, “ya son mayores y pueden solucionarlo ellos”, que también. Pero, siendo un tema tan delicado y que cada uno de nuestros alumnos lo gestiona de diferentes maneras, debemos estar pendientes, aunque sea en la lejanía… Observando antes de actuar. Aunque la mejor solución es la prevención, no siempre es fácil.
Desgraciadamente, no siempre somos conocedores de este tipo de situaciones, dolorosas para muchos de nuestros alumnos, y que, aunque lo hayan intentado, no saben cómo salir de ella. No saben pedir ayuda.
Según un estudio sobre acoso escolar realizado por CEAPA , el profesorado da la noticia a las familias en uno de cada diez casos de acoso. Seguramente porque el alumno acosado mantenga “la ley de silencio” por miedo a peores represalias por contar lo que le está pasando (el conocido internacionalmente, “chivato”). O porque tenga más confianza con sus padres o… Podríamos tener tantas razones como alumnos, pero no nos podemos olvidar que son nuestra responsabilidad y somos su guía.
En este mismo estudio, llama la atención que el 44’38% de los padres no le dan importancia al acoso escolar porque piensan que siempre ha habido y que es parte del crecimiento personal. En muchos de los casos, cuando se disponen a actuar, es tarde para una fácil solución.
Señales como que ya no sonrían, no quieran ir al colegio, pongan excusas como estar enfermo, se escondan por ser diferentes, descienda su rendimiento académico o demuestren cambios de comportamiento, pueden marcar que están sufriendo algún tipo de acoso. No quieren ser insultados, marginados o agredidos y, sin olvidarnos de que son niños, no saben cómo gestionarlo, pueden dar una mala contestación, unas risas fuera de lugar, muestras de poca sensibilidad ante un acontecimiento triste…
Por supuesto, es necesaria una labor conjunta entre las familias y el centro educativo para una convivencia sana, propiciando un ambiente tranquilo entre compañeros. Tanto el ambiente del colegio como el de la familia deben ser generadores de comportamientos sociales y crear un clima sano para estos.
La falta de respeto, la humillación, la intimidación o la carencia de valores pueden provocar un clima de violencia y son características esenciales del agresor.
Por esta razón, hay que valorar la posibilidad de trabajar en el aula el acoso escolar a través de cinco cuentos que les haga empatizar, respetar y valorar a cada uno de sus compañeros. Darles la valentía necesaria para afrontar este tipo de situaciones y no guardar silencio ni emplear la fuerza como solución al problema. A través de las vivencias de los personajes de estos cuentos pueden llegar a ser conscientes de lo que realmente ocurre a su alrededor y así poder encontrar una posible solución.
Las actividades propuestas para los cinco cuentos pueden ser intercambiables ya que la parte más importante es la reflexión que hagan sobre cada historia: el valor de la amistad, los cambios que se producen en la adolescencia, el no dar por hecho, ponerse en el lugar del otro, respetar a las personas y a uno mismo, la defensa de la no violencia, el daño que hacen las burlas, las malas influencias, etc.
- Donde empieza todo: Este cuento nos introduce el tema del acoso, los diferentes roles que adoptan los alumnos, como el querer pertenecer a un grupo hace tomar malas decisiones, el odio o el miedo que llevan dentro, lo difícil que es pedir ayuda, etc. Habla de la amistad, de los cambios con la llegada de la adolescencia, la importancia del respeto y ponerse en el lugar del otro… Para poder trabajar este primer cuento, propongo una lectura reflexiva y posterior investigación sobre el acoso escolar ya que, en ocasiones, nuestros alumnos desconocen los diferentes papeles que existen en una situación de este tipo.
- Las cenizas de la envidia: Esta historia habla de no desistir, del esfuerzo que conlleva cumplir tus sueños, de la amistad y de la envidia. Ideal para trabajar la empatía, el respeto, las decepciones, el acoso y los posibles peligros del mal uso de las tecnologías/RRSS. Para reflexionar sobre lo que le pasa a la protagonista podría realizarse un debate en clase a partir de unas preguntas guía que les ayuden a respetar a los compañeros, a ponerse en el lugar del otro, etc.
- Por los pelos: La amistad, el compañerismo, el valor de la familia, cómo afrontar la enfermedad, la responsabilidad, la empatía, el respeto, los prejuicios y la lealtad son algunos de los temas tratados en este cuento. Para que los alumnos sean conscientes de las vivencias de los protagonistas, se puede trabajar con una lectura reflexiva y una posterior dramatización de la historia adaptada por ellos.
- Vergonzoso silencio: Este cuento habla de la amistad, de los reencuentros, de ser consciente del daño que se puede hacer guardando silencio, el acoso, la vergüenza, el miedo, la impotencia, la rabia o la culpabilidad. Para trabajar los diferentes puntos de vista de los diferentes protagonistas y entender los roles de los personajes, se podría, por grupos, crear un cómic. Cada equipo lo elaboraría poniéndose en la piel de un personaje principal distinto. Finalmente se intercambiarían los cómics para que conocieran los diferentes puntos de vista que han realizado sus compañeros.
- Hoy vencemos a los monstruos: En esta ocasión, el relato nos abre el corazón tratando la diversidad, la ternura, el respeto, la empatía, la familia, la valentía; pero también, las burlas, el acoso, el miedo o el silencio, por ejemplo. Una buena actividad, después de una lectura reflexiva, sería trabajar en parejas y decidir un final alternativo al que se narra en la historia, con el objetivo de trabajar estos temas en clase y que se den cuenta de las dificultades añadidas que tienen que soportar los alumnos que son diferentes al resto.
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