"El mejor legado de un padre a sus hijos, es un poco de su tiempo cada día"
Leon Battista Alberti
Hola, ¿Qué tal todo? Espero que muy bien...
Después de un buen gripazo que me ha dejado KO estos días vuelvo a tu bandeja de entrada para hablarte de algo muy importante: el tiempo que dedicamos a nuestros hijos.
Por este motivo quiero compartir contigo el interesante artículo de Lucía Trabajo "El engaño del tiempo de calidad" (puedes leerlo completo aquí):
1. Tiempo de calidad ¿para quién? ¿Para los padres? ¿Para los niños? ¿Para toda la familia? Supongamos que tenemos sólo dos horas diarias para estar con nuestras criaturas sin contar las comidas, baños, colegios, guarderías y el sueño de cada uno. ¿Qué es el tiempo de calidad? Hay quien defiende que los padres desconecten del mundo exterior cuando estén con sus hijos: ni móviles, ni tablets, sólo la interacción con tu churumbel, olvidándote del mundanal ruido, de tus problemas laborales, familiares, de pareja… No sé si es que la gente tiene mucha facilidad para poner la mente en blanco y mantener el encefalograma plano, pero en esta casa el que debería aplicar este invento del tiempo de calidad es el papá de mi bichilla, y ya os aseguro que si le entra una llamada de trabajo a deshoras la atiende, porque tiene que ganar un sueldo para que comamos todos. Es más, incluso cuando no se producen ste tipo de interrupciones, este hombre llega cansado del trabajo, a veces cuando la niña ya está dormida por las cenas con clientes, y también quiere un respiro. Sentarse a no hacer nada. Porque según me dice, es padre pero también persona, con una aguante físico limitado. Vamos, que sí, que va con ella al parque, la saca de paseo, le lee cuentos y juegan con los puzzles en el salón. Pero no todo el tiempo que querría ni en las condiciones que a él le son más favorables. Mi churumbelita no se queja, porque es pequeña, pero quizás cuando tenga más entendimiento se dará cuenta de que sí, de que su papá hace cantidad de cosas chulas con ella. Pero pocas veces y durante poco rato. Ya veremos qué le parece entonces a ella la explicación del tiempo de calidad.
2. Tiempo en cantidad, pero mediocre, tirando a malo. Yo me encuentro en este punto. Paso las 24 horas de cada día con mi mochuela, incluso cuando tengo que ir a lugares o citas que no son especialmente para niños trato de llevarla. Alguna vez la dejo con mi madre para ir tranquila, pero en términos generales y para que nos entendamos, desde que la engendré no me he separado prácticamente nunca de ella. Si tiene sueño la duermo, si se encuentra malita la cojo mucho en brazos y la porteo a cualquier hora, si no quiere dormirse en la cuna la sostengo en brazos todo lo que haga falta. Sabe que puede venir y engancharse en una teta cuando quiera, y frotarnos la nariz como los gnomos, y de vez en cuando darme un arañazo y de higos a brevas una caricia. No me pierde de vista en todo el día, mas que cuando se me escapa de una habitación a otra y no hace caso a mis gritos para que vuelva. Pero no soy una madre fiestera, ni una mujer orquesta con diversión a raudales para que ella disfrute cada segundo del día. La dejo ver la tele (con el cargo de conciencia que me daba cuando sólo
tenía 4 meses y descubrió Baby Einstein), le leo los libros que me acerca mientras yo estoy con el ordenador, y luego la diversión se basa en dejarla salir al balcón si tiendo la ropa, tirar y recoger las pinzas, ayudarme a poner la lavadora, barrer el suelo mientras me imita, saltar en el sofá a lo loco, trepar a mi mesa y revolverme todo lo que pille entre mis cosas, romper y revolotear entre revistas y rollos de papel higiénico, desordenar una y otra vez las latas de la despensa y los trapos y bayetas de la cocina, salir un ratito de paseo a la calle, acompañarme en mis compras y para de contar. Este tiempo no tiene calidad ninguna, y no sé yo si cuando sea mayor me va a mandar a tomar viento por implicarla en estas actividades, pero a día de hoy es lo máximo que puedo hacer con ella. Será que me organizo mal y que soy muy limitada para compaginar actividades, pero a más no llego.
3.¿Por qué creo que es un engaño? Pues porque viviendo estas dos situaciones en casa, me doy cuenta de que yo vivo como en la prehistoria de la maternidad, casi como un ama de casa que no tiene otra cosa que hacer que criar hijos y tener medio organizado el hogar (esto lo cambio un poco por el blog, y lo dejo sin organizar, pero en líneas generales es así). Y oye, no sería tan malo el sistema cuando la humanidad ha avanzado tanto tiempo teniendo al menos a un progenitor implicado al 100% en el cuidado de las criaturas. Y el papá de mi bichilla vive una paternidad propia de la sociedad post industrial y de consumo, en la que debe cumplir con un horario a rajatabla, que no entiende de niños que se levantan muy mimosos porque están malitos, ni deseos de teta por la llegada del verano, ni ganas de distraerse con sus padres aunque sea mirando todos juntos la pared. Vamos, la paternidad propia de la sociedad de la no conciliación en la que vivimos la mayoría. Si yo también trabajase fuera de casa, a mi hija la estaría criando mi madre o una profesional de guardería, no yo. Y llamadme desconfiada o antigua, pero no es este el tipo de maternidad que me había imaginado.
Por eso hoy, con las calores del verano, me pregunto ¿quién se inventó lo del tiempo de calidad? ¿Uno que tenía que trabajar mucho fuera de casa y quería tener la conciencia tranquila por desatender a su familia el resto del día? Si le preguntamos a un niño ¿qué preferiría? ¿Que sus padres le dedicasen un rato de higos a brevas para pasárselo (supuestamente) en grande o que estén de cuerpo presente a cada instante para poderles atender ante cualquier susto, aburrimiento o eventualidad? No tengo la respuesta, porque mi bichilla no me responde pero ¿os dicen a vosotros algo los vuestros sobre este tema? ¿Cómo hemos llegado a diseñar tan mal la vida en sociedad como para tener que anteponer el trabajo a la vida familiar?
¿Qué te parece? Muy interesante, ¿verdad?
Un tema sobre el que verdaderamente debemos reflexionar...
¿Qué opinas sobre el tema? En cuanto al tiempo que dedicas a tus hijos, ¿qué crees que es más importante, la calidad o la cantidad?
Si quieres leer más sobre el tema, la
revista Padres y Colegios de este mes aborda esta cuestión. Puedes
descargarla aquí:
En la misma revista se ha publicado mi colaboración mensual. Este mes hablo sobre ¿Qué hacer ante una separación?. Comparto aquí el artículo para que puedas leerlo:
Como siempre te digo espero que te resulte útil e interesante y puedas aplicar los consejos y claves que te ofrezco.
Antes de irte quiero hacerte un "regalo". Comparto contigo un vídeo que acabo de publicar y que te puede ser de mucha utilidad: ELIMINA TUS MIEDOS PARA EDUCAR (HAZ CLIC EN LA IMAGEN para poder verlo)
FUENTE: www.elblogdeoscargonzalez.es
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