viernes, 11 de diciembre de 2020
CEREMONIA VIRTUAL DE GRADUACIÓN 2020. INSTENALCO
jueves, 12 de noviembre de 2020
Sistema educativo y sus retos durante la pandemia.
Sistema educativo y sus retos durante la pandemia
Es necesario priorizar el aprendizaje en un entorno seguro para alcanzar los objetivos académicos en este curso escolar…
Por: LAYDIS MILANÉS
En Cuba se retomaron las clases presenciales con todas las medidas sanitarias estipuladas por el Ministerio de Salud (Yaciel Peña de la Peña / ACN)Clases televisivas, estudio en casa, publicaciones en redes sociales, grupos de WhatsApp Messenger, Telegram y otras aplicaciones de mensajería, comunicaciones por teléfono, entre otras, han sido las vías que en Cuba estudiantes y profesores tomaron para continuar el curso escolar, detenido en las escuelas por la pandemia.
Estas iniciativas o semejantes no han sido solo de nuestro país, pues a nivel global el sistema educativo durante la COVID-19 ha tenido muchos retos.
Con la cancelación de clases presenciales las naciones han debido elaborar estrategias para garantizar la formación de niños y jóvenes, y en caso del regreso a la escuela, ajustes en los planes de estudio.
Esto es diferente para cada una según sus condiciones económicas y acceso a las tecnologías, de gran importancia durante los períodos de aislamiento social o cuarentena obligatoria. De ese modo se observan en otro plano las desigualdades también a nivel a global.
Actualmente, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) reporta más de 224 millones de estudiantes afectados por el cierre de las escuelas, lo que representa un 12.8% del total de alumnos matriculados en el mundo. A nivel nacional, informa la institución, existen 23 naciones que todavía no han retomado las clases presenciales.
AFECTACIONES A LAS ESCUELAS POR LA COVID-19 A NIVEL MUNDIAL
INICIATIVAS EN LA REGIÓN DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
En la región el fin de clases presenciales comenzó en la segunda semana de marzo de 2020 en la mayoría de los estados y se sostuvo más allá de lo planificado debido a las condiciones epidemiológicas.
Sin embargo, esto para la mayoría de los países no significó el cese del ciclo lectivo y se recurrieron a diferentes modalidades de aprendizaje a distancia, según el informe Sistematización de respuestas de sistemas educativos de América Latina a la crisis de la COVID-19 de la UNESCO.
La adaptación de los contenidos a la vía digital fue más sencilla para países que ya contaban con infraestructura tecnológica para la educación a distancia, plataformas de educación en línea y políticas públicas de inclusión digital, explicó el informe.
Por ejemplo, países con plataformas digitales de educación adecuaron al contexto los contenidos, como fue el caso de Argentina y Uruguay con “Educ.ar” y “Plan Ceibal”, respectivamente. Otros como Bolivia, Chile, Costa Rica crearon nuevas, algunos con ayuda de empresas como Microsoft, Amazon y Google.
Mientras que en algunos países la televisión o en la radio sirvieron de soporte a esas estrategias digitales, en Cuba y Venezuela esos medios fueron los soportes principales, en el caso nuestro mediante clases televisivas.
En el caso de nuestro país, se debe destacar como problema para desarrollar iniciativas asociadas a la conexión a internet, la falta de infraestructura y los efectos del bloqueo para la educación y las comunicaciones, pues a pesar de la pandemia, el actual gobierno de los Estados Unidos insistió en recrudecerlo.
Se estiman que unos 21 millones 226 mil dólares fueron las pérdidas en el sector educativo y 64 millones 274 mil 42 dólares aproximadamente para las telecomunicaciones e informática, lo impide el acceso a las tecnologías necesarias para una mejor conectividad y afecta de manera general la aplicación de la Política Integral para el Perfeccionamiento de la Informatización de la Sociedad en Cuba.
Sin embargo, se han creado repositorios de contenidos como el Portal CubaEduca, que difundió de manera gratuita a los estudiantes el material necesario para sus niveles de enseñanza, aunque no grandes plataformas como existen a nivel internacional, dadas las limitaciones existentes.
DESAFÍOS DE LA EDUCACIÓN A DISTANCIA
Aunque las lecciones continuaron, estas supusieron nuevos desafíos .Tal fue el caso del papel de los padres en la educación de los hijos, que constituyó un punto de diferencia para el aprendizaje, sobre todo de los niños, debido a limitaciones de recursos o falta de preparación.
También las afectaciones psicológicas del aislamiento social, cambios en el calendario escolar y en la continuación de estudios, por ejemplo, las pruebas de ingreso a la universidad o en los ejercicios de culminación de estudios como las tesis de grado, entre otras que pudieron generar estrés e incertidumbre.
Es por ello que se lanzaron iniciativas de bienestar social. Por ejemplo, en Cuba se inició un línea telefónica de apoyo psicoemocional, se reforzó la programación televisiva y se crearon programas en ella de bienestar socioemocional, además de actividades de recreación en el verano con las medidas higiénico sanitarias necesarias.
EL CURSO EN LA NUEVA NORMALIDAD
El retorno a las escuelas, en nuestro país desde septiembre en todas las provincias menos la capital, y en La Habana a partir de este noviembre, significa una oportunidad de disfrutar de nuevo de las aulas, la presencia profesores y compañeros, pero también de ser responsables y cumplir con todas la medidas estipuladas para no crear situaciones de riesgo epidemiológico en las aulas.
El mundo, mientras tanto, vive una nueva ola de la COVID-19, y la enfermedad se quedará aparentemente por mucho antes de que aparezca una vacuna, así que hay que priorizar el aprendizaje en un entorno seguro para alcanzar los objetivos académicos en este curso escolar.
TOMADO DE:
jueves, 8 de octubre de 2020
Educación emocional, la asignatura pendiente en el aprendizaje del futuro
Educación emocional, la asignatura pendiente en el aprendizaje del futuro
Dijo Irving Berlin que “la vida es un 10% lo que te ocurre y un 90% cómo te lo tomas”, en clara alusión a la capacidad que tenemos las personas de adaptarnos a las circunstancias. Igual de claro fue el emperador romano Marco Aurelio, escribiendo que “la calidad de tu vida depende de la calidad de tus pensamientos”.
En un contexto de incertidumbre como el actual, en plena pandemia por la Covid-19, la gestión de las emociones y pensamientos es más importante que nunca. Siempre lo es, sin duda, pero ahora que tantos ámbitos están en crisis -sanitario, económico y laboral- es esencial para no desanimarse. La vida sigue, con todo, y es preciso entenderlo y adaptarse cuanto antes.
La educación también ha tenido que hacerlo rápido. Los alumnos han cambiado el formato presencial, en las aulas, por videoconferencias desde su ordenador. Y el resultado ha sido positivo: útil, al menos, para continuar los aprendizajes en la distancia.
Sobre ellos y los nuevos retos a los que se enfrenta la educación tratará la conferencia en light ED, que se celebrará este año del 19 al 23 de octubre de manera virtual.
Toda crisis tiene sus desgracias y oportunidades
Sin embargo, esta correcta gestión emocional no es fácil. No lo es cuando miles de ciudadanos en todo el mundo se están contagiado, cuando una empresa quiebra o decide recortar gastos, o cuando tu contacto con amigos y familiares se limita a una pantalla hasta nuevo aviso.
Nuestra sociedad, tan avanzada en tantos campos, no estaba preparada para un golpe así de repentino que ha sido capaz de sacudir y parar el mundo entero en cuestión de semanas y cuyo origen resulta, incluso a día de hoy, desconocido. De película de ciencia ficción, vaya.
Lo bueno es que, como toda crisis, esta pandemia tiene también sus efectos positivos. El principal, quizá, es que está actuando como un potente revulsivo personal: es casi imposible no cuestionarse las propias metas y prioridades; un ejercicio de introspección y consciencia que de otra forma no se produciría a escala global.
Una crisis tan grande nos obliga a replantearnos muchas cosas, como agradecer las cosas buenas que, a menudo, pasamos por alto; o darle importancia a lo que realmente la tiene.
Como conjunto, ocurre algo similar. Las organizaciones e instituciones son inertes, pero funcionan mediante decisiones y trabajo humano.
El virus también las ha impactado negativamente, pero a la vez, enfocando lo positivo, es una oportunidad: el teletrabajo se ha convertido en la manera de trabajar de millones de ciudadanos.
Esta manera de entender la jornada laboral, más humana, considera la calidad de vida de los trabajadores. Pasada la pandemia, es probable que esta fórmula continúe; al menos, ciertos días por semanas o como opción.
De la enseñanza tradicional al valor de las emociones
Por su parte, la educación está implementando la digitalización. Pero, además, es previsible que vivida esta experiencia, los docentes introduzcan distintos enfoques a sus enseñanzas, con un mayor componente emocional.
Nassim Taleb, ensayista y estadístico, plantea que los profesores hablen de la incertidumbre, tan característica de nuestro tiempo. Si están preparando a las futuras generaciones para su carrera profesional, es interesante que las mentalicen bien del terreno de juego.
La resiliencia, la capacidad de adaptarse a tanto cambio y la creatividad serán decisivas. Y la educación, si pretende acercarse a la realidad laboral, irá incorporando su desarrollo poco a poco. Igual que el resto de las competencias sociales y emocionales, que ya se señalan como la clave del éxito en el trabajo.
El futuro pasa por la educación emocional
No en vano, en algunos países, la educación emocional es uno de los ejes vertebradores de la formación de los jóvenes. Por ejemplo, en Finlandia, donde se fomenta el trabajo en grupo y la participación de los alumnos por encima de la memorización. Además, las clases tienen un trato más personalizado y un carácter más lúdico y creativo.
En Dinamarca, los niños reciben formación en empatía, esa capacidad tan necesaria para una buena relación con otras personas. Los profesores enseñan a identificar emociones y a gestionarlas, una tarea que realizan junto con los propios alumnos, para que se abran más y participen, ayudando a sus compañeros.
Pero no hace falta irse hasta los países nórdicos para encontrar esta ansiada educación emocional. Otros países como Malta -con el programa EPS (Educación Personal y Social)-, Reino Unido o Suiza -con el programa PFADE- llevan cierto recorrido. También, México -con el programa Amistad para siempre-, Argentina, República Dominicana y Nueva Zelanda.
En España, poco a poco, van surgiendo iniciativas. Como la puesta en marcha en Canarias, desde 2014, en la que los alumnos de Primero a Cuarto de Primaria tienen 90 minutos de Educación Emocional. Un tiempo que los docentes implicados aseguran que está bien invertido, ya no solo por las implicaciones psicológicas y relacionales, sino por el rendimiento académico, que es mayor. Beneficios no faltan.
El futuro próximo exige este tipo de formación humana. Cualquier proyecto educacional que se precie, como auguraba el célebre Eduard Punset, debe contemplarla en su programa como pilar central. Solo así los alumnos podrán completar la educación que reciben en casa, con su familia, y crecer de una manera más sana y empática con los demás.
De eso trata, justamente, la educación. Y es la mejor manera de construir un mundo mejor.
TOMADO DE : Blogthinkbig.com
miércoles, 23 de septiembre de 2020
Las matemáticas y la informática: unidas para un mejor aprendizaje
Las matemáticas y la informática: unidas para un mejor aprendizaje
En los currículos escolares no existe una asignatura de informática y los programas de matemáticas están sobrecargados y priman la memorización. Deben modernizarse y fusionarse
Matemáticos e informáticos nos hemos dado la mano para afrontar las nuevas exigencias que emanan de la actual transformación tecnológica y digital. Datos, algoritmos, modelizaciones, programas y aplicaciones informáticas forman parte del día a día y requieren nuevas destrezas y habilidades que exigen una acción decidida desde las aulas, inmersas ahora en un escenario sin precedentes dominado por la virtualidad. Sin embargo, no podemos más que observar con preocupación e inquietud las deficiencias del modelo educativo, incapaz de dotar a la sociedad de las herramientas necesarias para asumir los retos de la digitalización.
Desde la Real Sociedad Matemática Española (RSME) y la Sociedad Científica Informática de España (SCIE) creemos que el modelo educativo demanda una urgente revisión y renovación en áreas fundamentales como son las matemáticas y la informática, dos aliados estratégicos en este nuevo escenario que deberían tener una mayor conexión, especialmente en secundaria, por las ventajas que cada una de estas disciplinas proporciona a la otra.
La resolución de problemas en la sociedad actual está necesariamente conectada con la experimentación y la implementación de las soluciones a través de herramientas informáticas. Al mismo tiempo, la digitalización también precisa de la capacidad de análisis, de hacerse preguntas, la conciencia crítica y la habilidad para resolver problemas, destrezas estrechamente asociadas a las matemáticas que, a su vez, se alimentan de soluciones que parten de las herramientas informáticas.
Las matemáticas y la informática se encuentran cada vez más conectadas y deben tener una relación fluida a la que el sistema educativo no contribuye. Para empezar, porque en los currículos escolares no existe una asignatura de informática como tal, y se reduce a una competencia digital que se adquiere de forma transversal a otras materias. Para continuar, porque hay una falta de integración de los contenidos, a lo que se añaden currículos de matemáticas sobrecargados que priman la memorización y los procesos rutinarios en detrimento del razonamiento y el análisis.
Los contenidos de informática que se deben incluir en secundaria tampoco deben limitarse al uso de herramientas, lo que se conoce como la competencia digital. No es suficiente (aunque sea conveniente) que el alumnado sepa manejar editores de texto y hojas de cálculo. Es necesario impartir también contenidos de la informática como disciplina.
Las matemáticas de secundaria, por su parte, deben dar cabida a una nueva visión en la que la resolución manual de procedimientos pierda peso frente a la comprensión de los procesos que hay detrás, ya que muchos procedimientos se pueden realizar mediante herramientas informáticas. También mediante la informática se pueden manipular, visualizar, representar, simular y, en definitiva, comprender mejor las matemáticas.
Y tan importante como los contenidos es la metodología de aprendizaje. Los métodos didácticos deben permitir el desarrollo de una comprensión clara de las materias que incluya la adquisición de las competencias, entendidas como conocimiento, habilidades (resolución de problemas) y actitudes. Debe huirse tanto de un enfoque puramente memorístico (sin un aprendizaje más profundo) como de uno limitado a proyectos (sin una base conceptual adecuada).
En este punto es clave organizar la formación del profesorado de matemáticas y de informática, que debe incluir una formación inicial sólida que garantice el acceso de los graduados mejor formados para cada disciplina, así como una formación didáctica específica que permita adaptarse a la realidad de un aula diversa. Todo ello sin olvidar una formación continua que debe permitir la actualización científica y, sobre todo, la profundización en la didáctica de cada disciplina y la interacción entre la matemática y la informática.
Con el fin de recoger y desarrollar estas ideas, desde la RSME y la SCIE hemos elaborado un documento que recoge una reflexión compartida sobre las posibilidades de desarrollo conjunto, la ayuda mutua para la mejora y la cooperación y simbiosis que creemos necesarias para las matemáticas y la informática en la Educación Secundaria en España.
Francisco Marcellán es presidente de la Real Sociedad Matemática Española y Antonio Bahamonde es presidente de la Sociedad Científica Informática de España.
TOMADO DE: EL PAÍS
domingo, 13 de septiembre de 2020
La vuelta a las aulas 100% presencial fracasa en 12 territorios en España
La vuelta a las aulas 100% presencial fracasa en 12 territorios en España
Solo cinco territorios, que representan poco más del 10% del alumnado, la garantizan en todas las etapas. Los especialistas advierten de que la desigualdad aumentará.
Las comunidades que mantienen la plena presencialidad son Navarra y el País Vasco —que figuran entre las más ricas—, Extremadura y Castilla y León —las únicas que han perdido alumnado en la última década, mientras en el conjunto de España aumentaba un 8%, lo que les proporciona una situación desahogada en el terreno de las infraestructuras educativas—, y Cantabria —la segunda con menor población escolar—. Entre las cinco suman el 13,3% del alumnado español.
En nueve territorios, Andalucía, Asturias, Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Madrid, Murcia y La Rioja, los alumnos irán en días alternos a partir del segundo o tercer curso de secundaria —en Murcia, además, los niños de infantil y primaria solo irán a la escuela cuatro días a la semana en parte de los centros—. Otras tres comunidades, Cataluña, Canarias y Galicia, prevén la semipresencialidad a partir de Bachillerato y FP. En algunos casos, el régimen de asistencia es el mismo en todos los centros, mientras que otras autonomías han dejado a los institutos elegir si los alumnos van o no a diario, en función sobre todo del espacio de que disponen para cumplir las normas de seguridad. Ello hará que la semipresencialidad sea más frecuente en las zonas urbanas.
“Existe además otra incertidumbre, y es el efecto que va a continuar teniendo la pandemia”, señala Enrique Roca, presidente del Consejo Escolar del Estado. “En pocos días hemos visto que decenas de centros han detectado contagios y han cerrado aulas. Así que también hay que contar con el confinamiento de parte del alumnado al plantearse el trabajo telemático, que afecta más a los alumnos cuanto más pequeños y en la medida en que pertenecen a grupos más desfavorecidos”.
Riesgo en la adolescencia
Ante las dificultades expresadas por la mayoría de comunidades, el acuerdo alcanzado a finales de agosto por el Ministerio de Educación y las comunidades autónomas, pese a seguir apelando a la plena presencialidad, pidió que, si no era posible alcanzarla, los esfuerzos se centraran en garantizarla en infantil y primaria, para cuyos alumnos resulta muy complicado o imposible seguir la docencia online, y cuya asistencia en días alternos haría muy difícil la conciliación laboral de sus padres. Pero la semipresencialidad entraña sus propios riesgos durante la adolescencia, indica el sociólogo de la Fundació Bofill Miquel Àngel Alegre: “Existe el riesgo, sobre todo en secundaria, de que caiga la tensión a la hora de seguir los aprendizajes y mantenerse en el curso, y habrá una mayor tentación de los alumnos a dedicarse a prácticas de ocio, en la medida en que no están bajo la tutela ni custodia de la escuela. El problema será mayor en aquellos chavales que no tienen inculcada la disposición hacia lo escolar”.
“Sabiendo cómo se genera el abandono escolar, lo esperable es que ya tras estos meses de cierre de los centros puede aumentar exponencialmente. Probablemente lo ha hecho ya, lo que pasa es que todavía no hemos registrado los datos”, advierte Aina Tarabini, profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona. Y la semipresencialidad, teme Tarabini, especializada en abandono escolar temprano, agravará el problema y volverá a poner de manifiesto los fallos de equidad del sistema educativo. “Siempre que hay una transferencia de tareas escolares al ámbito familiar aumenta la desigualdad social, porque unos tienen un acompañamiento, un entorno y unos recursos tecnológicos de los que otros carecen. Se ha comprobado, por ejemplo, con los deberes. En el colectivo más vulnerable, esta nueva variabilidad de espacios, de hoy vengo y mañana no, requerirá un nivel de trabajo muy fuerte por parte de los centros e implica un riesgo de desconexión muy elevado”.
“Va a ser como tener dos grupos en vez de uno”
“Se han tomado muchas medidas para garantizar la seguridad de los centros. Pero no hemos garantizado que los profesores puedan trabajar bien los aprendizajes imprescindibles para recuperar lo que se quedó en el aire en el último trimestre y aquello que se vea interrumpido cuando se confine un aula”, avisa Enrique Roca, presidente del Consejo Escolar del Estado, el órgano asesor del Gobierno en el que están representados los actores educativos. “No se ha acordado un buen plan pedagógico para los alumnos que tengan parte de la docencia telemática ni para quienes la tengan solo presencial. Y si no hacemos nada distinto a lo de años anteriores, tendremos unos resultados pobres y será difícil no perder alumnos”. Roca cree que debería alcanzarse un amplio acuerdo en la Conferencia Sectorial de Educación, que reúne al Ministerio de Educación y a las comunidades. Pero si no es posible, debería hacerse al menos dentro de cada autonomía. Lo ideal, añade, sería cambiar el currículo, pero eso requiere cambiar la ley educativa, una modificación que está en marcha pero que tardará tiempo.
“Con la semipresencialidad vamos a tener que trabajar mucho en la autonomía de los alumnos, sobre todo con los de la ESO. Y para el profesorado va a suponer un esfuerzo metodológico muy complicado”, afirma Eva Bajén, presidenta de los directores de instituto de Aragón. “Un grupo vendrá lunes, miércoles y viernes una semana, y martes y jueves la siguiente. El otro grupo lo hará al revés. Y al final será como tener dos grupos en vez de uno. Va a ser un reto importante”.
TOMADO DE: EL PAÍS
domingo, 6 de septiembre de 2020
REGLAMENTO PARA CLASE VIRTUAL
miércoles, 19 de agosto de 2020
¿Está preparada España para la vuelta al cole?
¿Está preparada España para la vuelta al cole?
“Es imprescindible la presencialidad porque es la única manera de garantizar la igualdad de oportunidades”