9 pautas para mejorar la gestión emocional desde casa
Cristina Martínez Carrero
Psicopedagoga y Maestra de Audición y lenguaje cuya trayectoria profesional ha estado orientada al diagnóstico e intervención de dificultades de aprendizaje en sentido amplio. Directora y coordinadora de D-letras.
los nervios propios que genera esta situación… muchos de vosotros sois papás y esto implica un trabajo extra; a veces tremendamente gratificante y otras tremendamente desesperante, porque los niños necesitan movimiento, tomar aire, salir a la calle, jugar mucho más que nosotros. Estar tanto tiempo encerrado en casa puede generar estrés, ansiedad, insomnio…
¿Qué nos encontramos en esta situación?
Estamos encerrados en un mismo lugar, sin cambio de ambiente ni de personas.
Organización de un nuevo horario con otras rutinas.
Ausencia de contacto social.
Ausencia de escape o evasión del entorno familiar.
Preocupación y ansiedad por la falta de control ante la situación. No sabemos cuándo termina ni cómo termina…
Todo esto genera
- Ansiedad.
- Estrés.
- Insomnio.
- Afecta a la alimentación.
- Emociones desmesuradas.
- Cambios de humor.
- Problemas para aceptar las normas.
- Más rabietas.
- Peleas con los hermanos.
- Más apegados.
- Más inquietud motriz.
- Más irritables.
- Más exigentes.
¿Qué podemos hacer?
- ¿Qué está pasando? Tenemos que explicarles y contarles qué está pasando sea cual sea la edad del niño. Para ello, debemos dar información clara y ajustada a su edad, no esperar a que pregunten, tranquilizarles, explicándoles que no es su salud la que está en riesgo, evitar sobreinformación, evitar que no sea un tema tabú. Ahora mismo hay muchas herramientas disponibles en las redes, cuentos, audiolibros… que pueden ayudarnos. Los niños pequeños (menores de 5 años) no son capaces de valorar la gravedad de una situación, se orientan y asocian si una situación es normal o no por las reacciones de sus progenitores.
- Rutinas. Es imprescindible generarnos unas rutinas. Los niños cuando están en el lenguaje todo está pautado y estructurado. Según la edad podemos hacer unas cosas u otras. No hace falta que sea un horario estricto, pero sí que haya cierta estructura. Debemos introducir:
- Al menos una actividad lectiva.
- Al menos una actividad creativa.
- Ejercicio físico.
- Al menos una actividad familiar.
- Al menos una actividad doméstica.
- Un poco de tecnología.
- Dos veces al día relajación
Sabemos que realizar 5 comidas al día beneficia a la salud y en este caso en concreto, nos ayuda a generar ese esquema central de rutina. Os dejamos un ejemplo:
Es imprescindible hacer uso de organizadores visuales, indistintamente de la edad ya que ayuda a recordar cuál es la organización y a anticipar conductas como rabietas, estrés… Aunque parezca el día de la marmota debemos hacerlo.
- Actividades domésticas. Es muy buen momento para potenciar la autonomía, que se vistan solos, que nos ayuden con tareas del hogar… Dedicarle tiempo a ese tipo de cosas para las que generalmente nos falta tiempo. Da igual si tardan más en hacerlas, es buen momento para entrenarlo.
- Relajación. Dos veces al día: 10 minutos son suficientes. No esperar a sentirnos nerviosos o con ansiedad para hacerlo. Al levantarnos y al acostarnos es donde más ansiedad podemos presentar, aunque no seamos conscientes de ella.
- Mindfulness.
- Yoga.
- Respiración.
- Técnicas de relajación.
- Masajes.
- Gestión emocional. Dialogar sobre cómo nos sentimos, dándoles nosotros el modelo, yo hoy me siento… porque… Con los más pequeños, que aún no tienen desarrollado el lenguaje para poder hacerlo, podéis hacer uso del dibujo o la musicoterapia, como alternativa a la expresión de emociones.
- Contacto social. Además de las videollamadas, aprovechar para ver vídeos, álbumes de fotos… Hacer juegos con ello y contar cosas acerca de aquellos momentos. Nos ayuda a evadirnos y viajar con la mente.
- Vivir día a día.
- Dedícate 10 minutos solo en una habitación, sin escuchar nada, nos ponemos música y miramos al techo.
- Cada día un gusto de algo de comer, hoy un dulce, mañana una copita de vino, otro día un aperitivo… Cada día una cosa y solo una.
- Cada día hago algo para cuidar mi cuerpo: maquillarme, perfumarme…
- Arreglarse y no estar siempre con el pijama.
- Airear la casa con frecuencia, mejor pasar frío que estar conviviendo todo el rato con excesivo calor.
- Acabar el día. Tomar infusiones relajantes cada día e irnos a dormir sacando 3 cosas positivas de cada día e intentar no repetirse.
- Aprovecha el momento. No todo es malo, tenemos más tiempo para estar con los nuestros, para hacer esas cosas para las que no tenemos tiempo generalmente.
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