1.¿Cómo evalúa usted la virtualidad en estos tiempos del Coronavirus desde su rol de docente y sobre todo como especialista en educación para adultos?
La Pandemia aceleró un proceso que venía lentamente dando y sobre todo en educación de Adultos. Nosotros habíamos implementado Educación a distancia, que era virtualidad más módulos impresos. Teníamos en cuenta aquellos estudiantes que no tenían conectividad o dispositivo y le dábamos los módulos impresos y las tutorías presenciales. Los que tenían conectividad, a través de diversos dispositivos, trabajaban en una plataforma virtual con tutores que los acompañaban. Esa plataforma además funcionaba muy bien en teléfonos celulares que no es un dato menor ya que es el dispositivo que más utilizan nuestros estudiantes. Lamentablemente las actuales autoridades de la Provincia de Buenos Aires la cerraron el 1 de marzo, veinte días antes de la cuarentena. Un despropósito por donde se mire. Igualmente creo que es una propuesta válida para un sector de la población. Aquellos que hayan transitado alguna etapa de la escuela secundaria; que hayan abandonado en tercer o cuarto año; que se vean realmente imposibilitados de concurrir tres veces por semana a una institución educativa (CENS).
A partir de marzo, se comenzó a utilizar plataformas y la comunicación a distancia utilizó la virtualidad y los módulos impresos.
Un gran esfuerzo por parte de los docentes, los padres y la comunidad educativa en general para sostener las trayectorias. El Estado Educativo tardó demasiado en reaccionar y tomar decisiones ante este nuevo escenario. Quedaron muchos cargos y horas sin cubrir; los actos públicos digitales se hicieron recién en septiembre; no se reforzó las plantas docentes (recién en octubre se creó el Plan ATR); se definió un currículum prioritario recién en octubre y así podríamos seguir enumerando la ausencia del Estado cuando tenía que estar. Además había que reforzar la presencia en los sectores más vulnerables que no tenían ningún acceso a la virtualidad.
La Pandemia puso estas carencias e inequidades sobre la mesa y no se avanzó. En marzo de este año faltaban conectar 6500 escuelas de las 13500 que de gestión estatal que hay en la prov. de Buenos Aires. Al día de hoy no se avanzó. Una lástima porque sería una herramienta muy importante para el comienzo del próximo ciclo lectivo. Es una medida de alta importancia y de bajo impacto presupuestario.
El rol del docente es central. No es reemplazable por la virtualidad como ha quedado demostrado pero es necesario formarlo y capacitarlo en estas nuevas herramientas que llegaron para quedarse.
2.Pedro: El miércoles 18 de noviembre se lanzó el 1er Congreso Educativo Bonaerense de la Fundación INNPOA con la presencia de Emilio Monzó. Uno de los lemas es “La Educación se va a convertir en el horizonte que guíe a nuestra Provincia” nos puede decir a los docentes de aula ¿Cómo lograremos iniciar este camino?
Hemos pasado de una sociedad pre industrial, analfabeta, jerárquica, “de estructuras ocupacional rígida y escasa densidad de comunicaciones” (Unesco, 1996), a una sociedad industrial, alfabetizada, no tan jerárquica, de participación ciudadana y comunicada. La sociedad del siglo XIX se basó en el vapor, la del siglo XX en el petróleo y la energía, hacia finales del siglo XX y principios del XXI se basó en la tecnología, convirtió datos en información y así paso a ser la Sociedad de la Información. Esto trajo la necesidad de transformar la información en conocimiento y el desafío de gestionar ese conocimiento.
El siglo XXI es la sociedad del conocimiento. La principal característica en las relaciones humanas ya no son los productos, ni los servicios, sino el conocimiento. Este constituye el valor agregado fundamental en todos los procesos. Vamos camino a una sociedad que ubica al conocimiento en el centro de la producción. Una sociedad donde el recurso básico será el saber y la voluntad de aplicar el conocimiento para generar más conocimiento.
Dice Thurow (1997), las armas dominantes del siglo XXI serán la educación y las habilidades de los trabajadores. La sociedad de la información, la sociedad del conocimiento y la sociedad del aprendizaje son términos que implican cambios profundos que exigen a los ciudadanos y organizaciones a nuevas demandas cognitivas y nuevas capacidades. Nuevos retos se plantean en las sociedades del siglo XXI, las que deben asumir los principios éticos que hagan recuperar la igualdad social y brindar oportunidades para el crecimiento y desarrollo de las comunidades.
Entonces, a esta altura, tenemos claro que la educación es el centro de la Sociedad del conocimiento. La escuela es nuestra garantía que ese conocimiento tenga una distribución democrática, justa, que no vuelva a generar más inequidades. Si el acceso al conocimiento es sólo para unos pocos estamos reproduciendo una sociedad injusta e inequitativa.
El sistema Educativo es quien tiene que encargarse que el conocimiento llegue a todos los sectores, pero especialmente a los sectores más vulnerables. Allí el estado tiene que garantizar las mejores condiciones para que el conocimiento sea el motor para salir de esa inequidad permanente concretando Políticas de Estado.
Las Políticas de Estado deben ser el resultado de un proceso histórico, en torno a problemas educativos que constituiremos como centrales para la sociedad. La sociedad reclama y valora políticas de largo plazo que con frecuencia se sintetizan en la demanda por “Políticas de Estado”, que se suponen más estables y continuas. Generar políticas con un amplio consenso social y político, y con miras de continuidad será nuestra tarea.
El ámbito entre las y los dirigentes y la sociedad, entre las y los políticos y los docentes, debe ser un ámbito de construcción de la política educativa.
No tengo dudas de la importancia que tienen los docentes principalmente en esta construcción. Pero debemos para ello fortalecer dos aspectos: la profesionalización y la jerarquización.
Profesionalizarlo implica capacitación continua y en servicio. Y esta es responsabilidad del estado llevarla adelante y sostenerla. Y que esa capacitación permanente impacte concretamente en el aula en el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Jerarquizarlo supone un ordenamiento laboral y una mejora significativa en su salario. Un docente no debe trabajar más de dos cargos o su equivalente en horas cátedra y debe percibir un salario que le permita vivir dignamente e invertir en acrecentar sus conocimientos y su cultura. Poder cubrir los gastos indispensables y además poder comprar libros, música, ir al cine o al teatro, a un concierto. Visitar museos, viajar, mejoraran sus conocimientos, su cultura y eso enriquecerá seguramente su trabajo en el aula.
Debemos construir en forma colectiva una nueva visión de la educación bonaerense, que apele a una perspectiva de construcción histórica.
3. Usted expresó en la apertura del Congreso que “el financiamiento educativo no solo es dinero, si no hay que saberlo utilizar” ¿Por qué se genera siempre problemas de administración de los recursos en la educación? ¿Qué es lo que falla?
Cuando uno gestiona el sistema educativo el tema presupuestario es un tema importante. Es necesario ordenar las fuentes de financiamiento y su destino, tanto la procedencia nacional como la provincial. Evitar superposiciones, no exagerar con Programas que terminan haciendo lo que tienen que hacer las Direcciones de Nivel o Modalidad son un paso importante hacia un buen aprovechamiento de los recursos. El Presupuesto siempre refleja la voluntad política de los gobiernos. Las prioridades políticas tienen su correlato con el dinero que se destina para las distintas áreas de gobierno. Educación tiene que ser un área central y eso lo debe reflejar por un lado el crecimiento presupuestario y por otro el aprovechamiento de esos recursos en que impacten directamente en la mejora de la educación y no se pierdan en gastos administrativos superfluos o insignificantes. Aprovechar mejor los recursos es un desafío en la gestión de la administración gubernamental que siempre está presente.
La digitalización de los circuitos que todavía se hacen en papel generará un mejor aprovechamiento del dinero y permitirá que los docentes, entre otros, cobren en tiempo y forma y no penen por percibir un salario que les corresponde. El atraso de un alta, el tiempo que pasa para cobrar una suplencia no puede tolerarse, lo mismo que la perdida de información o datos.
Muchas veces tiene que ver con la falta de implicancia por parte de los funcionarios de nivel de Dirección en la gestión cotidiana del presupuesto, ya sean los gastos corrientes, los eventos, viajes, etc. como otras múltiples variables que a la hora de sumar conforman el presupuesto real que se destina a la política educativa de cada área. Falta conocimiento, análisis y trabajo para hacer un mejor aprovechamiento de los recursos.
No tengo dudas que además hace falta un crecimiento del presupuesto educativo a partir del convencimiento que tiene que ocupar un lugar central en la agenda pública. Para esto hay que problematizar socialmente a la Educación. Hay que convencer que los problemas o necesidades que tenemos como Provincia o como País los puede solucionar la Educación con más recursos. La vulnerabilidad social, la inseguridad, la economía, la salud necesitan de la Educación para su mejora, su transformación y su desarrollo. A partir de allí comenzará a crecer el presupuesto y será tarea de nosotros aprovecharlo bien y eficientemente para realizar las transformaciones urgentes que demanda hace tiempo el sistema educativo.
Gracias Pedro.
Perfil de Pedro Schiuma
Coordinador Nacional de Educación de Adultos y Formación Profesional de UOCRA. Ex Director Educación de Adultos Prov. Bs As.Papá de Vanina y Franco. Peronista.
TOMADO DE :REVISTA EL ARCÒN DE CLIO. Daniela Leiva S