domingo, 5 de agosto de 2018

Francesc Granada: “El modelo cooperativo favorece la libertad y creatividad docente” Por Tiching 26/07/2018Entrevistas

Francesc Granada: “El modelo cooperativo favorece la libertad y creatividad docente”

Imagen: Francesc Granada de adulto


Imagen en blanco y negro: Francesc Granada de pequeñoAsí era...
Francesc Granada
Director y presidente de la escuela cooperativa Nou Patufet de Barcelona
Francesc recuerda con especial cariño desayunar leche de almendras muy, muy, muy fría. Coger el bote metálico de la nevera entre las manos significaba refrescar toda su mañana y prepararse para las aventuras que le deparaba el día, siempre inspiradas en las novelas de Julio Verne.
Los profesores y el PAS de la escuela Nou Patufet sois cooperativa de trabajadores desde 2015. ¿Cómo ha cambiado vuestra forma de trabajar?
Cuando te conviertes en cooperativa, lo primera que tienes que asimilar es que pasas de ser un trabajador a ser “empresario”. Esto tiene cosas buenas y malas, pero lo positivo es que el proyecto educativo es el que tú decides y defines en asamblea, es tu proyecto, no es una imposición, ni viene dado por terceros. Aquí se hace lo que los docentes consideramos oportuno.

¿Qué plus tiene este tipo de situación laboral?
Además de lo ya comentado, que el compromiso aumenta porque la escuela depende de nosotros. Esto no deja de ser un proyecto vital, porque además de ser tu vocación y tu trabajo… es tu empresa. El hecho de decidir implica asumir un compromiso extraordinario. Es la aportación más grande, este cambio de mentalidad.

Esto implica que, además del trabajo de docente, asumís otras tareas o responsabilidades propias de gestores o administrativos. ¿Cómo lo hacéis y cómo os habéis formado para ello?
Para gestionar las tareas propias de una empresa nos hemos dividido en comisiones y nuestro objetivo es revertir en la escuela misma cualquier ganancia que tengamos. Además, tenemos una comisión que trabaja las extraescolares, otra que trabaja la búsqueda de subvenciones, otra que trabaja el casal de verano, o la empresa de catering del comedor. Estamos subdivididos y es nuestra forma de contribuir a la causa del bien común. La gente participa en más de una comisión y, a su vez, tomamos las decisiones a través de la asamblea. Cada mes nos reunimos para explicar cómo avanza cada comisión y tomar las decisiones que toquen. Pero claro, hay temas que se nos escapan.

¿Y cómo abordáis estos temas?
Cuando empezamos, todos éramos docentes. Buscamos partners como asesores externos en las cuestiones que necesitamos ayuda y procuramos que sean también cooperativas, en la medida de lo posible. Por ejemplo, trabajamos con una cooperativa que nos ayuda con los números y las facturaciones. Pero a su vez, tenemos un plan de formación que obliga al grupo rector de la cooperativa a formarse en las cuestiones donde es necesario, como interpretar balances económicos. Cuando una comisión necesita una formación de un tema concreto, también buscamos la forma de que la reciba. No tenemos una jerarquía, al contrario: buscamos un sistema de red neuronal.

¿Qué ventajas tiene ser una cooperativa?
Para mí, personalmente, las tiene todas. La libertad, la creatividad… las opiniones, las ideas llegan de forma fácil y ágil. Cuando alguien tiene una idea va directamente a la asamblea, no pasa de jefe en jefe hasta que llega a la persona que toma la decisión. Esto también nos empodera a nosotros mismos. Trabajamos en base a dos criterios que son básicos: confianza y responsabilidad. A veces es muy difícil trabajar así, sobre todo porque no estamos acostumbrados, pero si yo tengo confianza en mi compañero y él ejerce con responsabilidad, siempre vamos a buen puerto.

¿Qué es lo que más cuesta?
Depende de cada persona, cada uno lo vive de una forma determinada. Pero el cambio de un sistema piramidal, donde no tienes que asumir determinadas responsabilidades, a pasar a un sistema donde sí que tienes que participar y donde el funcionamiento de todo depende de ti… a veces cuesta. Es difícil hacer el cambio de chip. Antes, si un fluorescente no funcionaba, dabas el aviso y esperabas que alguien lo hiciera. Ahora tú mismo puedes tomar la iniciativa y cambiarlo.

Todo esto, ¿cómo se refleja en la práctica docente?
Cuando vivimos la situación que nos llevó a convertirnos en cooperativa, nos encontramos que de un curso para otro teníamos 200 alumnos que no sabíamos qué iba a ser de ellos. Luchamos por el modelo de escuela en el que creíamos, conseguimos el objetivo y nos convertimos en modelos para los alumnos. Ahora somos una cooperativa que nos dedicamos a la economía social y solidaria, esto también se tiene que palpar en el aula.

¿Cómo se traslada a clase este modelo en el que creeis?
Hacemos procesos participativos constantes. Ahora los alumnos han remodelado el patio, y también hemos vivido el proceso de regulación del uso del móvil en la escuela. Ellos han tomado la decisión de dónde sí y dónde no.

¿Y qué han decidido?
Pues que en el patio pueden utilizarlo, y en las clases sólo cuando tiene finalidades educativas y lo indica el profesor. Han hecho un decálogo y lo seguimos todos.

¿Qué más iniciativas lleváis a cabo?
Como en otros centros, impulsamos también las cooperativas de alumnos. Esta forma de funcionar liga mucho con nuestro proyecto educativo. Estamos en un proceso constante de aprendizaje y esto es lo que trasladamos a nuestros alumnos y alumnas, a saber vivir y adaptarse a una sociedad que estará en constante cambio. Buscamos siempre que haya un espacio de reflexión y de debate sobre distintos temas. Promovemos el diálogo constante sobre lo que pasa a nuestro alrededor. Intentamos que no haya temas tabús: nuestros alumnos son ciudadanos y queremos que salgan de aquí con espíritu crítico y con pensamiento libre.

¿Vuestro alumnos saben qué implica ser una cooperativa?
Sí, por supuesto. Al crear las cooperativas de alumnos, saben cómo funcionan, hacen asambleas… También es cierto que la creación de la cooperativa es muy reciente y todo el mundo lo tiene muy presente, pero es un hilo del que tenemos que seguir tirando para seguir en la militancia de este modelo de gestión.

¿Qué vinculación tenéis en el barrio?
En nuestra zona hay muchos centros y muy buenos, tanto los públicos, como los privados religiosos. Pero nosotros somos la única escuela privada laica y hacemos bandera de ser un proyecto vinculado a la economía social y solidaria. En este sentido también impulsamos el currículum de barrio con el que buscamos poder hacer actuaciones locales que generen cambios. Si conseguimos que los alumnos sean conscientes de su capacidad de incidir en su entorno inmediato, les estamos empoderando para participar del cambio global. Queremos ser un centro de referencia, pero no elitista, sino de vida cultural en el barrio.

Y el hecho de ser cooperativa, ¿os facilita las cosas en este sentido?
Poder decidir lo que quieres hacer da una libertad espectacular, todo depende de nosotros. Cuando tuvimos la oportunidad de crear nuestra nueva escuela tuvimos que replantearnos muchas cosas. Y esto es un reto apasionante, pero a la vez una responsabilidad enorme. ¿Qué tipo de centro queremos ofrecer? ¿Qué necesidad tiene la comunidad en la que estamos? Entendimos que sí, que teníamos hueco y que teníamos que luchar por nuestro modelo hasta las últimas consecuencias.

¿Habéis necesitado apoyos externos en este proceso?
Antes comentábamos que teníamos asesoramiento en cuanto a temas fiscales, por ejemplo, pero también buscamos ayuda para sacar adelante nuestra idea de educación. Somos docentes, pero hay muchas cosas que se nos escapan incluso en este ámbito. Tenemos una coach que nos echa un cable con el tema de la “autoridad amable”, y con ella trabajamos también cómo realizar las autoevaluaciones y las coevaluaciones, por ejemplo. A veces nos preguntan si una día dejaremos estas formaciones y la respuesta es clara: ¡no! Por cada cosa que aprendes, surge una nueva idea y por lo tanto un nuevo reto con el que enriquecer el proyecto. Es una rueda que no para de girar.

¿Cómo viven los docentes esta formación permanente?
Este acompañamiento, lejos de ser una fiscalización del trabajo del docente, es una herramienta clave para su desarrollo como profesional. Si ahora les dijera a mis compañeros que prescindimos de estas ayudas externas, ¡me echarían! Esto lo que nos permite es hacer una reflexión permanente de nuestra práctica docente y lograr alcanzar los objetivos que nos marcamos como equipo, pero también como individuos que formamos parte de un proyecto colectivo.


FUENTE:      Tiching Blog

lunes, 30 de julio de 2018

La ciencia de la lectura: Esto pasa en nuestro cerebro cuando leemos

La ciencia de la lectura: Esto pasa en nuestro cerebro cuando leemos

Leer no solo es una actividad que permite desarrollar nuestra imaginación, sino también es un medio de entrenamiento para potenciar nuestro cerebro. La ciencia avala los beneficios de leer en nuestra salud física y mental.


Leer permite desarrollar la imaginación y creatividad. Un peruano lee dos libros por cada 10 mil habitantes, según el último informe del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina (CERLALC). Una actividad que pese a sus beneficios en nuestra salud no es usual en niños, jóvenes y adultos. La psicóloga Laura Pérez Larco comenta que la lectura no solo mejora nuestras habilidades de síntesis y análisis, sino que favorece otras habilidades.
VOCABULARIO. De acuerdo con un estudio de la Universidad de California, Berkeley, los libros para niños exponen a los pequeños a 50% más palabras que los programas de televisión en horario estelar. La exposición a nuevo vocabulario no solo favorece al alto puntaje en los exámenes de comprensión lectora, sino también en los tests de coeficiente intelectual.
“Uno, está el tema de que la persona puede mejorar sus niveles de imaginación, de visualización. Dos, es el tema del vocabulario, si tú no lees, tu vocabulario va a ser pésimo. Sumado a eso, una persona que no lee va a tener una ortografía pésima. Finalmente, yo creo que es un tema de la cultura, el tema de temas de conversación”, explica. 
De acuerdo con un estudio de la Universidad de California, Berkeley, los libros para niños exponen a los pequeños a 50% más palabras que los programas de televisión en horario estelar. | Fuente: Getty Images | Fotógrafo: FatCamera
EMPATÍA. Leer favorece la relación con otras personas, según un estudio publicado en la revista Science. De acuerdo al estudio el impacto de la lectura en la resilencia y otras habilidades sociales favorece la relación de los lectores con sus pares y la identificación de los sentimientos de otros. El impacto es mucho más significativo cuando se trata de lectores de ficción frente a los que prefieren la no-ficicón.
Los niños aprender por imitación haciendo de sus padres sus primeros modelos lectores .Alberto Almendres, miembro de la Cámara Peruana del Libro, recomienda que leer junto a los niños es importante para fomentar el hábito de la lectura. La Feria Internacional del Libro es una buena oportunidad para acercar a los niños con esa actividad. 
“Recomendamos que las familias, los padres y las madres, sean capaces de leer con sus hijos. Son los papás y las mamás los que van a crearles ese vínculo con la lectura, con el libro, porque les va a servir para que sus hijos descubran que la lectura es algo maravilloso”, comenta.
Leer favorece la relación con otras personas, según un estudio publicado en la revista Science. | Fuente: Getty Images | Fotógrafo: seb_ra
RELAJACIÓN Y SUEÑO. Leer favorece a la reducción de cuadros de estrés en 68%, según un estudio de la Universidad de Sussex. Además, si se establece como rutina antes de dormir, ayuda a conciliar el sueño de manera má eficaz.
Leer no es una actividad exclusiva para algunos. Si aún no se siente preparado para entrar al mundo de la lectura, no desespere que el momento llegará. La psicóloga educacional Laura Pérez Larco rompe con el mito. “Yo siempre creo, tengo muchos pacientes, muchos chicos dentro del programa que me dicen, a mí no me gusta leer y yo les digo: no es que no te guste leer, es que no has encontrado el libro para ti”, menciona
ENTRENAMIENTO CEREBRAL. Leer funciona como la actividad física para el cuerpo: favorece a la memoria como si de entrenar se tratara. Además, retrasa la aparición de demencia senil, según un estudio publicado en la revista Neurology.
La neuróloga de Solidaridad Salud, Jaqueline Cortez Escalante explica que para potenciar nuestro cerebro debemos procurar realizar una mayor variedad de actividades cognitivas. “Las actividades a realizar dependen de nuestro grado de instrucción; las personas que sepan leer tratar de leer la mayor cantidad de publicaciones y libros.  Cuánto más leamos, más cultos seamos, incrementamos nuestra reserva cognitiva”, afirma. Tómese un tiempo, abra un buen libro y siéntese a disfrutar de las aventuras que nos ofrece.
Leer funciona como la actividad física para el cuerpo: favorece a la memoria como si de entrenar se tratara. | Fuente: Getty Images | Fotógrafo: aldomurillo
 FUENTE:   RPP Noticias

martes, 10 de julio de 2018

Reducir las calificaciones para humanizar la evaluación

Reducir las calificaciones para humanizar la evaluación


Entre la normativa y la práctica sobre la evaluación existe una distancia que conviene acortar si se desea una mejora en la manera en que el alumnado aprende y en sus resultados. Me permito añadir además que, entre sus objetivos, la escuela debe contribuir a humanizar la sociedad.
Las normativas sobre evaluación dejan claro que esta debe ser continua y servir para tomar decisiones que mejoren el proceso de aprendizaje. Por ejemplo, la normativa andaluza afirma que lasamuel-zeller-699374-unsplash evaluación:
“será continua por estar inmersa en el proceso de enseñanza y aprendizaje y por tener en cuenta el progreso del alumnado, con el fin de detectar las dificultades en el momento en el que se produzcan, averiguar sus causas y, en consecuencia […] adoptar las medidas necesarias dirigidas a garantizar la adquisición de las competencias imprescindibles que le permitan continuar adecuadamente su proceso de aprendizaje” (Orden de 14 de julio 2016).
Sin embargo, si preguntamos a los alumnos y a las alumnas qué es para ellos la evaluación, esta tiende a ser identificada con los exámenes y las notas. Es decir, a pesar del discurso oficial (y docente), se sigue practicando casi exclusivamente una evaluación sumativa y calificativa.

¿Cómo acercarse a la evaluación formativa y humanizadora?

De todas las perspectivas con las que se aborda esta cuestión angular del sistema educativo, la propuesta de reducir o eliminar las calificaciones es la que más se acerca al objetivo de humanizar la escuela. La idea, extendida últimamente gracias al colectivo Teachers going gradeless, es a la vez sencilla y difícil. Sencilla, porque se trata de reducir las calificaciones o incluso eliminarlas. De entrada, supone reducir el tiempo y energía que se dedica en la escuela a calificar. Hagan ustedes el cálculo de horas dedicadas por el alumnado a realizar pruebas, simulacros, devolución de resultados, etc.  En algunos cursos puede alcanzar el 20% del tiempo lectivo. Sin notas, se disminuye también el efecto del ego-feedback, que es la consecuencia cuasi exclusivamente emocional que provoca una calificación.
Quienes se atreven con la experiencia se dan cuenta de que, al reducir o eliminar las notas, hay una parte del andamiaje escolar que se tambalea: la cultura que asimila las notas como eficaz sistema de control, a base de premios y castigos, una especie de sustitución indolora de los castigos corporales antaño omnipresentes. Las notas están siendo piedras en el camino para aquellos/as docentes que desean instaurar una cultura de la confianza en sus clases y un predominio de la motivación intrínseca hacia el aprendizaje.
La cultura de las notas, de la que es difícil quitarse, ha de ser sustituida por una cultura del feedback, de la evaluación cualitativa y continua. Son conocidos (y explícitamente propuestos en las normativas) los instrumentos que se pueden emplear: porfolios, tablas de observación, rúbricas de un solo punto, etc. Más importante es el proceso de la evaluación: cómo se involucra al alumno o la alumna en la recogida de evidencias, cómo se dialoga con él o ella para valorarlas, cómo se plantean las tareas que debe abordar para lograr los objetivos de aprendizaje. Es un proceso que pone en el centro al alumnado. A lo largo del mismo, el papel de guía del profesor o profesora es esencial, así como las oportunidades que creen para que el propio alumno reflexione y contraste con otros compañeros las evidencias de su aprendizaje.

¿Por dónde empezar?

Haga la lista de lo que quiere que su alumnado aprenda (el currículum debe ser el origen de la propuesta). Establezca prioridades y orden. Y a medida que va avanzando el proceso de aprendizaje, introduzca entrevistas personales con alumnos y alumnas para valorar sus logros de manera cualitativa. Aproveche los momentos en que están realizando una tarea en clase de manera autónoma (individual o en grupos). Anote los progresos de cada alumno en una rúbrica de un solo punto, así como las decisiones sobre cómo lograr los aprendizajes que aun no domina el alumnado. Puedeevan-kirby-101570-unsplash emplear también un porfolio para documentar el proceso. Y elimine las calificaciones en las pruebas o elimine directamente las pruebas. Si tiene otras evidencias del aprendizaje, ¿para qué quiere las pruebas escritas? Ganará mucho tiempo ahí.
“Sí, pero, me piden una nota al final de curso/trimestre, ¿qué hago?”. En realidad, lo mismo que debería hacer si emplea otros instrumentos de evaluación. Partiendo de los estándares de evaluación, establezca el peso que considere a cada uno y bareme en función de los estándares conseguidos (puede emplear los estándares en la rúbrica de un solo punto). Es interesante incorporar en este momento el diálogo con el alumnado, en coherencia con el resto del proceso.
En los informes de evaluación la persona docente puede describir de una manera mucho más precisa los logros de su alumnado explicitando lo que ya sabe y lo que tiene pendiente de aprender. Del mismo modo que ha ido dialogando con el alumnado a lo largo del proceso, se puede informar a las familias también. Una de las experiencias más interesantes es que sea el propio alumno o la propia alumna quien elabore sus informes, como puede verse en este ejemplo de Aaron Blackwelder.
De manera unánime, los docentes inmersos en este proceso de reflexión y cambio hacia unas prácticas de evaluación sanas, manifiestan la satisfacción de estar generando un clima de aula centrado en los aprendizajes mediante el diálogo con los alumnos sobre cómo abordar con cada uno sus retos personales. Se trata de un proceso de humanización de la evaluación, donde lo importante es la persona y no los números que se asocian a ella.
Enlaces: Grupo de Facebook Teachers Going Gradeless
Mariana
MARIANA MORALES LOBO Es licenciada en Filología Hispánica. Actualmente se desarrolla profesionalmente como consultora freelance  formadora de profesorado (formando a más de treinta claustros). Ha trabajado como profesora y tutora de ESO y Bachillerato, presidenta del AMPA del CEIPSO Santo Domingo. En Twitter la puedes encontrar como @MarianaMorale19.

FUENTE :        EVALU-ACCIÓN

viernes, 6 de julio de 2018

Pautas para fomentar el aprendizaje basado en el pensamiento en el aula

Pautas para fomentar el aprendizaje basado en el pensamiento en el aula

Enseñar a pensar

Cuando el objeto de aprendizaje es algo tan intangible e incorpóreo como el pensamiento, ¿cómo hacerlo visible? ¿Cómo propiciar la cultura del pensamiento en el aula? ¿Cómo enseñar a pensar? Podemos hacerlo de forma estructurada y consciente a través del aprendizaje basado en el pensamiento (ABP o TBL en inglés).
Mª Milagros Rubio Pulido, maestra y miembro del Servicio de Tecnologías Educativas de la Consejería de Educación y Empleo de Extremadura, nos ofrece estrategias y recursos para conseguirlo. Puedes ampliar este artículo en el Portal Emtic de la Junta de Extremadura.

¿Qué es el TBL?

Propuesto por Robert Swartz, este enfoque pretende enseñar a pensar eficazmente a los estudiantes a través del currículo escolar con un trabajo sistemático en cualquier nivel educativo y/o área de conocimiento, potenciando el papel activo del alumnado para aprender a aprender.
Trabajar de manera regular y metódica la cultura del pensamiento en el aula promueve que nuestros alumnos sean pensadores más eficaces, personas más autónomas, responsables, flexibles, resolutivas… En definitiva, competentes, especialmente en cuanto a la competencia para aprender a aprender.
¿Qué es el TBL?

Planificar la enseñanza del pensamiento

Si queremos que se monitoricen los hábitos del pensamiento para convertirse progresivamente en automatismos, es necesaria una planificación consciente de cómo enseñamos a pensar.
¿Qué condiciones son necesarias? El Proyecto Zero de la Universidad de Harvard considera estas ocho: tiempo, entorno físico, oportunidades, rutinas y destrezas, lenguaje para describir el pensamiento, interrelaciones, creación de modelos y expectativas del profesorado respecto a que todos los alumnos pueden aprender a pensar eficazmente.
Esto requiere que los docentes arbitremos momentos y situaciones escolares que inviten a la reflexión, tanto de forma individual como colectiva, promoviendo la capacidad metacognitiva de todos nuestros alumnos y dejando que transformen lo que aprenden.
Planificar la enseñanza del pensamiento

Estrategias y recursos para enseñar a pensar

Sea cual sea nuestra especialidad o materia, podemos y debemos entrenar el pensamiento, ayudar a visibilizarlo. Pongamos nombre y apellidos a algunas corrientes actuales que tienen como común denominador el aprendizaje estructurado del pensamiento:
  • Rutinas de pensamiento (David Perkins). Son patrones sencillos basados en un protocolo de pasos a seguir para explorar las ideas que se tienen sobre un tema determinado. Ejemplos: Color-Símbolo-Imagen (CSI), Pienso-me interesa-investigo, círculo de puntos de vista, etc.
  • Destrezas de pensamiento (Rober Swartz). Suponen emplear procedimientos de pensamiento complejo para organizar, clasificar y relacionar ideas o conceptos que ayuden en la toma de decisiones y resolución de problemas. Se clasifican en tres categorías: destrezas de pensamiento creativo, crítico y analítico. Se apoyan en organizadores gráficos.
  • Hábitos de la mente (Arthur Costa). Son patrones de pensamiento y conductas inteligentes que se observan cuando enfrentamos problemas y dilemas de la vida. Son 16 hábitos y puedes conocerlos en este artículo de “Escuela de experiencias”.
  • Llaves del pensamiento (Tony Ryan). Son instrumentos que ayudan a desarrollar el pensamiento crítico y creativo por medio de preguntas. Tenemos 20 llaves que abren el pensamiento, clasificadas en dos colores: moradas para el desarrollo del pensamiento crítico y naranjas para el creativo.
  • Otras técnicas.  “Seis sombreros para pensar” de Edward De Bono, Visual Thinking (pensamiento visual), diarios de aprendizaje, Baraja de la metacognición de Ágora Abierta, modelos de pensamiento, etc.
Enseñar a pensar

Profe, ¡párate y piensa!

Analicemos nuestra práctica didáctica respecto a cómo enseñamos a pensar a nuestros alumnos; cómo favorecemos su competencia para aprender a aprender.
Entrenar el pensamiento facilita que los alumnos lleguen por sí mismos donde el docente ya ha llegado por su madurez y experiencia, dándoles el tiempo y las herramientas necesarias.Esto implica no dar por entendido lo que yo entiendo, no presuponer que algo debe saberse porque ya está explicado, no imponer mi forma de pensar como única forma posible, no considerar obvio lo que para mí se muestra como cotidiano.
En los contextos de aula surgen muchas oportunidades para enseñar y aprender a pensar, ¡aprovechémoslas! Nos sorprenderá la originalidad con la que nuestros alumnos razonan sobre la realidad circundante.
FUENTE:      

viernes, 29 de junio de 2018

IDEAS PARA DOCENTES que buscan respetar, valorar y celebrar la diversidad en su escuela

IDEAS PARA DOCENTES que buscan respetar, valorar y celebrar la diversidad en su escuela

Ser docente en la actualidad es una tarea titánica. El desborde de necesidades de estudiantes, sus familias, así como las exigencias sociales, legales -normativas, culturales y pedagógicas- pueden embargar nuestros días con angustia, desconcierto, exceso de trabajo y mucho agotamiento. Abordar la diversidad sexual y de género en este contexto a veces se vuelve un asunto de difícil manejo, en especial cuando no conocemos del tema y no sabemos cómo abordarlo. Por ello, les compartimos algunas ideas sencillas y prácticas para aplicar en la vida cotidiana de la escuela
Por ejemplo:
1MI CREENCIA
La homosexualidad es una enfermedad
2INDAGACIÓN
Reviso en la página de la Organización Mundial de la Salud si es una enfermedad
3HALLAZGO
Descubro que desde el 17 de mayo de 1990 salió de la lista de enfermedades
4NuevaCREENCIA-SABER
La homosexualidad no es una enfermedad
– Establece tu postura personal sobre la diversidad sexual y de género e independientemente. Luego, fija una frontera o límite entre tu creencia personal y lo que informas, enseñas y actúas en la escuela sobre las orientaciones sexuales e identidades de género.
– Tus creencias personales siempre serán parte de tus libertades, pero promoverlas en la escuela no lo es. Tú rol allí, es garantizar los derechos humanos de todas/todos los estudiantes. Además de contribuir en su formación para que ellas y ellos respeten y garanticen los derechos humanos de todas las personas, sin ningún tipo de sesgo o restricción.
– Relájate si no sabes cómo abordar las orientaciones sexuales e identidades de género en la escuela. ¡Este es un tema para el que no nos forman en la educación universitaria, pese a ser un deber manejar conocimientos al respecto!. Por ello, busca personas aliadas, docentes, profesionales de psicología que sepan del tema y pídeles que te cuenten cómo hacerlo, qué tienes que saber, dónde puedes leer y formarte acerca de tu labor y las posibilidades educativa en relación a la diversidad sexual.
– Comparte con tus estudiantes tus miedos, preguntas, creencias. Date la oportunidad de desorganizarlas y construir pedagógicamente con la infancia y la juventud nuevas formas de significado sobre la diversidad sexual y de género.
Abordar la diversidad sexual y de género en la escuela debe hacer siempre y no sólo por la presencia un estudiante LGBTI en la escuela o porque hay acoso escolar.
Algunas claves para abordar el tema desde la vida cotidiana son:

– Genera empatía con tus estudiantes, conviértete en un símbolo de confianza y seguridad en el que ellas y ellos pueden apoyarse. Escucha y transmite que no los juzgarás, censurarás o sancionarás.
– Promueve en tus estudiantes la empatía. Edúcalos a mirar sin sospecha, temor o censura y fórmalalos en el arte de escuchar, conversar y construir con el otro desde la diferencia y particularidad de cada una y uno.
– Naturaliza los diálogos sobre la diversidad sexual y de género. Son parte de la educación sexual y de derechos humanos, por tanto, hablar de homosexualidad, bisexualidad o personas trans, debe ser tan normal como dialogar sobre amor, métodos anticonceptivos, vida sexual, derechos humanos.
– ¡Ten claro que hablar sobre diversidad sexual y género con tus estudiantes, se hace de la misma forma que hablamos de la heterosexualidad.
– Uno de los lugares con mayor exclusión a las y los jóvenes LGBT, es el hogar. Es común escuchar a algunas familias decir que “no quieren un hijo maricón”; “una hija machorra”. Así, tú eres la posibilidad de encontrar afecto para ese estudiante. Es simple, sólo tienes que estar abierto/a a sus necesidades, escucharle y demostrar que siempre estarás ahí para acompañarle en su camino. No importa si no eres especialista en diversidad sexual y de género. Al ser una persona que no censura ya te vuelves un referente de seguridad, confianza y afecto.
– Sé un mediador entre la familia y tu estudiante. Ello, especialmente cuando una familia rechaza o censura las orientaciones sexuales e identidades de género. Infórmales acertada y asertivamente sobre los temas, ayúdalos a transitar del desconocimiento y las ideas preconcebidas al respeto y la aceptación de las libertades de sus hijos/as. De igual forma, transmite siempre cuáles son los sistemas de protección que tiene tu país en caso de que la familia pase del rechazo a una mayor vulneración de derechos.
– La diversidad sexual y de género no es un contenido, ni es competencia absoluta de una disciplina en la escuela. Nos corresponde a todas y todos. Ten claro como la trabajas desde tu clase y saberes.
Usualmente sólo abordamos la diversidad sexual y de genero cuando nuestra escuela vive una situación difícil con un estudiante LGBT. Esto no es lo ideal. Debemos transitar de la cultura del riesgo y la atención a la violencia a la cultura de lo diario y la prevención. Para ello:
– Utiliza todas las estrategias y metodologías que tengas para promover la participación y convivencia escolar y para crear mecanismos de resolución de conflictos en torno a la diversidad. Formula en conjunto con estudiantes acuerdos para las situaciones de bullying, y discriminación y cualquier otra forma de acoso escolar. Preocúpate tanto de los procedimientos de atención a la situación, como de la reparación a la persona vulnerad.
– Ser docente, como sabes, no es sólo enseñar contenidos. Es ser el articulador de un buen clima de aula, construido desde el afecto, el cuidado, el respeto y la protección. En tal sentido, genera un clima de aula respetuoso, afectuoso, cuidadoso y protecctor de los derechos humanos y de las personas LGBT.
– Sensibiliza a estudiantes, docentes y demás personal, que la violencia no sólo es ejercida por quien lanza una mala palabra o una agresión física, sino por quienes observan y guardan silencio. Activa a quienes permanecen inmóviles ante estas situaciones enseñando cuáles son sus responsabilidades y como pueden ser empáticos, solidarios, cuidadores, promotores de afecto y protección.
– Motiva a tus estudiantes a crear redes de cuidado, autocuidado y de afecto, donde los estudiantes puedan recurrir cuando viven situaciones difíciles.
Recuerda que garantizar el derecho a la educación pasa por generar procesos de enseñanza-aprendizaje en sexualidad. Sé consciente de esta responsabilidad en tu labor cotidiana.
– Usa el plan de estudios y los contenidos de enseñanza para preservar normas sociales que respeten y jamás vulneren los derechos de los estudiantes o docentes. Difunde y enseña con respeto las prácticas, políticas públicas y legislación de tu país para la protección de los derechos de las personas LGBT en la escuela.
– Enseña a tus estudiantes métodos creativos para la defensa de los derechos humanos. Apóyate en las artes visuales, gráficas, musicales, corporales y otros lenguajes de expresión. Esto servirá para que las y los estudiantes dispongan de distintos mecanismos para defenderse y para comunicar sus objeciones o diferencias de pensamiento con otros.
– Evita que la diversidad sexual y de género sea un contenido exclusivo de la clase de ciencias naturales o sociales. Si bien, puedes enseñar mucho sobre la historia del movimiento social de reinvidicación de derechos de personas LGBT, se trata mucho más que un contenido. Moviliza el respeto a la diversidad de todas y todos los estudiantes en todo el currículum, e todo el tiempo y en todas las clases.
– Ayuda a combatir la idea de que hacer bullying y el acoso escolar son formativos, que genera carácter o enseña a las niñas, niños y jóvenes a defenderse. Ello no es real, el bullying y el acoso escolar son dañinos, perjudiciales para la salud y pueden llegar a matar.
– Evita que los derechos de las personas LGBT sean sólo un momento de recordación una vez al año, en una fecha conmemorativa. Conmemora las fechas, siempre estará bien, pero incorpora a la enseñanza la historia de la mismas.
– La naturalización del respeto a la diferencia y la diversidad, cruza por empoderar a las y los estudiantes de sus derechos. Este empoderamiento sólo se logra cuando como docente cambias los vínculos de poder y generas relaciones igualitarias en la toma de decisiones en la escuela.
El respeto a la diversidad y los derechos humanos en las aulas pone de manifiesto la importancia de nuestro rol docente, de la relevancia de transformar el acto pedagógico en refugio para el respeto a la diversidad sexual y de género. Un refugio que tú lideras y, por tanto, eres una pieza clave para que tu escuela sea igualitaria, respetuosa y garante de derechos. Lograrlo no es sencillo, implica tiempo y una gran capacidad para persistir en el construir y re-construir nuestro ser docentes, nuestra forma de establecer relaciones de enseñanza – aprendizaje, así como las formas de relacionarnos con la juventud y sus libertades. Persiste, siempre persiste. Lo lograrás.

FUENTE :  Red Iberoamericana de Educación LGBTI