Es por eso que cada semana compartimos en nuestras redes sociales diferentes carteles con frases inspiradores sobre ello y con ideas que buscan motivar e inspirar a docentes como tú. ¿Que todavía no los has visto? ¡Pues no te pierdas ni un detalle! A continuación recopilamos algunos de los que más éxito han tenido:
1. Porque, como bien dice Cristóbal Cobo en su entrevista, debemos de “dejar de enseñar a repetir respuestas y enseñar a hacer preguntas”. 2. Por si alguna vez se te olvida (que puede pasar)… ¡un cartel para recordarte que la docencia es la profesión más importante del mundo!
3. ¿Alguna vez has pensado que es únicamente tu profesión la que permite que existan todas las demás? ¡Hay que darle a la docencia el valor que se merece!
4. Como ya te explicamos en el artículo sobre el efecto Pigmalión, si el niño o niña se siente capaz de conseguir algo (y, además, está motivado para hacerlo), ¡podrá lograr todo lo que se proponga! Y para ello, claro, debes primero creerlo tú.
5. Un buen docente es aquel que tiene siempre bien despierto su niño interior, el que sabe que la relación de enseñanza-aprendizaje con sus estudiantes es recíproca, aquel que está abierto e inspirado para aprender cosas nuevas cada día… ¿te sientes identificado?
6. Estamos muy de acuerdo con las palabras de nuestra colaboradora Alba Alonso Feijoocuando afirma que “si quieres que tus alumnos y alumnas sean personas creativas, empieza por serlo tú”. Es imposible conseguir que tus estudiantes asuman una nueva manera de trabajar o de aprender, sino eres capaz de hacerlo tú mismo…
7. Los últimos avances en neurociencia nos han enseñado que el estado emocional condiciona fuertemente el estado del cerebro, la calidad del aprendizaje. Es vital integrar la educación emocional en la rutina del aula, acompañando la experiencia de recursos para gestionar las emociones de forma individual y grupal.
Puedes descargarlos, imprimirlos para ponerlos en la sala de profesores, enviárselos a tus compañeros…
¿Te imaginas poder crear un juego de preguntas adaptado a los contenidos de tu clase de manera rápida y divertida? ¡Pues Kahoot! ya lo ha imaginado! Esta herramienta te permitecrear un trivial o encuesta para que tus estudiantes respondan a las preguntas a través de cualquier dispositivo. Cada vez son más los docentes que nos cuentan que la utilizan en sus clases, ¿te animas tú también?Kahoot! te permite realizar test interactivos en el aula en tiempo real y descargar los resultados en los que se recogen los aciertos y los fallos de cada alumno en cada pregunta, con un diseño sencillo y divertido que hace que los estudiantes se enganchen y motiven rápidamente.¡Los tests nunca habían sido tan divertidos!
Los usos y posibilidades en el aula de esta herramienta son numerosos: realizar una evaluación inicial de los conocimientos del alumnado, conocer su opinión e impresiones ante un determinado tema o actividad, llevar a cabo actividades grupales, fomentar la participación de todos los estudiantes (también los más tímidos), gamificar los contenidos, desarrollar termómetros de opinión antes y después de los debates…
¿Cómo empiezo a utilizar Kahoot!?
Crear tu primer juego de preguntas con Kahoot! es tan sencillo que lo tendrás listo en 5 sencillos pasos:
Regístrate de manera gratuita. Únicamente tendrás que indicar que eres docente y dar un nombre de usuario, dirección de correo electrónico y contraseña.
Elige el tipo de kahoot que quieres crear. Puede ser un concurso de preguntas, un debate o una encuesta.
Pon un nombre a tu nuevo kahoot y diseña las preguntas. Puedes personalizarlo de muchas maneras: definiendo el tiempo disponible para responder, las posibles respuestas, añadiendo una imagen o un vídeo de Youtube y detallando si se obtienen o no puntos en la pregunta.
Una vez tengas creado tu kahoot, podrás comenzar a jugar dándole al play. Al activarse, la aplicación facilitará un código, que será el que tus alumnos tendrán que introducir al entrar en la página de participación.
Algunos recursos interesantes
Te proponemos algunos recursos si quieres conocer con más profundidad qué es Kahoot! y cómo funciona. ¡Toma nota!:
Repasando los contenidos:No te pierdas este interesante artículo del docente Juan Pablo Sánchez del Moral, en el que explica detalladamente dos maneras en las que utilizaKahoot! con sus estudiantes, tanto para introducir un tema nuevo como para repasar ciertos conceptos ya vistos en clase.
Formas de jugar:Kahoot! te propone infinitas formas de trabajar con tus alumnos cualquier contenido en el aula. Puedes utilizar Kahoot! para iniciar una lección, hacer un examen, repasar los contenidos, compartir conocimientos, para romper el hielo, hacer un encuesta, desafiar a los alumnos a crear sus propio Kahoot!… ¡Descúbrelo tu mismo!
¿Cómo introducir Kahoot! en el aula?:Conoce a través de este vídeo (en inglés) la mejor manera de introducir la gamificación en el aula con esta herramienta de manera fácil y sencilla. Tomado de Tiching Blog
Un plan de clase es el mapa de carreteras de la instructora para guiar a los estudiantes y logren aprender de la forma en que se hará durante el tiempo de clase. Antes de planificar su lección, primero tendrá que identificar los objetivos de aprendizaje para la clase. A continuación, se pueden diseñar actividades de aprendizaje apropiadas y desarrollar estrategias para obtener información sobre el aprendizaje del estudiante. Una lección exitosa es saber las direcciones del plan e integra estos tres componentes clave:
Objetivos de aprendizaje de los estudiantes
Las actividades de enseñanza / aprendizaje
Estrategias para comprobar la comprensión del estudiante
Especificación de objetivos concretos para el aprendizaje del estudiante le ayudará a determinar el tipo de actividades de enseñanza y aprendizaje que va a utilizar en clase, mientras que las actividades definirán cómo va a comprobar si los objetivos de aprendizaje se han logrado
Pasos para la preparación de un plan de clase
A continuación se presentan seis pasos para guiarlo cuando usted realice sus primeros planes de lecciones. Cada paso va acompañado de una serie de preguntas destinadas a la reflexión y ayuda en el diseño de enseñanza y el aprendizaje de las actividades.
(1) Los objetivos de aprendizaje
El primer paso es determinar lo que quieren que sus estudiantes van aprender y ser capaces de hacer al final de la clase. Para ayudarle a especificar sus objetivos de aprendizaje de los estudiantes, responder a las siguientes preguntas:
¿Cuál es el tema de la lección?
¿Qué quiero que los estudiantes aprendan?
¿Qué quiero que entiendan y sean capaces de hacer al final de la clase?
¿Qué quiero que se lleve de esta lección en particular?
Una vez que expone los objetivos de aprendizaje de la clase, debe clasificarlos en función de su importancia. Este paso le preparará para la gestión del tiempo de clase y el logro de los objetivos de aprendizaje más importantes en caso de que usted este presionado por el tiempo. Considere las siguientes preguntas:
¿Cuáles son los más importantes conceptos, ideas o habilidades que quiero que los estudiantes sean capaces de entender y aplicar?
¿Por qué son importantes?
Si se me acabó el tiempo, cuáles no podrían omitirse?
Y a la inversa, cuáles podría saltarse si está presionado por el tiempo?
(2) Desarrollar la introducción
Ahora que tiene sus objetivos de aprendizaje en orden de importancia, el diseño de las actividades específicas que va a utilizar para llegar a los estudiantes a entender y aplicar lo que han aprendido. Dado que va a tener un cuerpo diverso de estudiantes con diferentes experiencias académicas y personales, que pueden estar ya familiarizados con el tema. Es por eso que usted puede comenzar con una pregunta o actividad para medir el conocimientodel sujeto o, posiblemente, sus nociones preconcebidas acerca de que los estudiantes. Por ejemplo, se puede hacer una encuesta sencilla: “¿Cuántos de ustedes han oído hablar de X?Levante la mano si tiene.” También puede informarse de los antecedentes de sus estudiantes antes de la clase mediante el envío a los estudiantes una encuesta electrónica o pidiéndoles que escriban comentarios en tarjetas. Esta información adicional puede ayudar a dar forma a su introducción, las actividades de aprendizaje, etc. Cuando usted tiene una idea de familiaridad de los estudiantes con el tema, también tendrá una idea en lo que debe centrarse.
Desarrollar una introducción al tema creativo para estimular el interés y fomentar el pensamiento. Se puede utilizar una variedad de enfoques para involucrar a los estudiantes (por ejemplo, anécdotas personales, acontecimientos históricos, el dilema a la reflexión, ejemplo del mundo real, cortos de videos, la aplicación de prácticas, preguntas de sondeo, etc.). Considere las siguientes preguntas al planificar su introducción:
¿Cómo puedo comprobar si los estudiantes saben o no saben nada sobre el tema?
¿Cuáles son algunas ideas comúnmente aceptadas (o posiblemente las ideas falsas) sobre este tema que los estudiantes podrían estar familiarizados?
¿Qué voy a hacer para introducir el tema?
(3) Planificar las actividades específicas de aprendizaje (el cuerpo principal de la lección)
Preparar varias maneras diferentes de explicar el material (ejemplos de la vida real, analogías, visuales, etc.) para captar la atención de más estudiantes y atraer a diferentes estilos de aprendizaje. Al planear sus ejemplos y actividades, estimar la cantidad de tiempo que pasa en cada uno. Construir en el transcurso la explicación o la discusión, sino también estar preparado para pasar rápidamente a diferentes aplicaciones o problemas, e identificar estrategias que ayuden a la comprensión. Estas preguntas podrían ayudar a diseñar las actividades de aprendizaje que usted va a utilizar:
¿Qué voy a hacer para explicar el tema?
¿Qué voy a hacer para ilustrar el tema de una manera diferente?
¿Cómo se puede involucrar a los estudiantes en el tema?
¿Cuáles son algunos ejemplos de la vida real, analogías o situaciones relevantes que pueden ayudar a los estudiantes a entender el tema?
¿Cómo ayudarles a los estudiantes a comprender mejor el tema?
(4) Plan para comprobar la comprensión
Ahora que ha explicado el tema y se ilustra con ejemplos diferentes, es necesario comprobar la comprensión del estudiante ¿cómo va a saber que los estudiantes están aprendiendo? Piense acerca de las preguntas específicas que puede hacer a los estudiantes con el fin de comprobar la comprensión, anotarlas, y luego parafrasear a ellos de modo que usted está preparado para hacer las preguntas de diferentes maneras. Tratar de predecir las respuestas a sus preguntas. Decidir si desea que los alumnos respondan de forma oral o por escrito. Usted puede mirar algunas estrategias para ampliar el pensamiento del estudiante, para ayudarle a generar algunas ideas y también puede hacerse las siguientes preguntas:
¿Qué preguntas voy a pedir a los estudiantes para comprobar la comprensión?
Volviendo a mi lista de objetivos de aprendizaje, lo que las actividades puedo hacer a los estudiantes para comprobar si cada uno ha logrado aprender algo?
Una estrategia importante que también le ayudará con la gestión del tiempo es anticipar preguntas de los estudiantes. Al planear su lección, decidir qué tipo de preguntas serán productivas para la discusión y qué preguntas podrían desviar a la clase. Pensar y decidir sobre el equilibrio entre cubrir el contenido (la consecución de sus objetivos de aprendizaje) y la garantía de que los estudiantes entiendan.
(5) Desarrollar una conclusión y una vista previa
Ir sobre el material cubierto en clase con un resumen de los puntos principales de la lección. Esto se puede hacer de varias maneras: puede indicar los puntos principales a sí mismo ( “Hoy hablamos de …”), se puede pedir a un estudiante para ayudarle a resumir, o incluso se puede pedir a todos los estudiantes que escriban en una pedazo de papel lo que creen que fueron los puntos principales de la lección. Puede revisar las respuestas de los estudiantes para medir su comprensión del tema y luego explicar más clara la siguiente clase. Concluir la lección no sólo con un resumen de los puntos principales, sino también por la vista previa de la próxima lección. ¿Cómo funciona el tema con el que viene? Esta vista previa estimulará el interés de los estudiantes y ayudarles a conectar las diferentes ideas dentro de un contexto más amplio.
(6) Crear una línea de tiempo realista
Una lista de los diez objetivos de aprendizaje no es realista, por lo que reducir su lista a los dos o tres conceptos clave, ideas o habilidades que desea que los estudiantes aprendan. Los profesores también están de acuerdo en que a menudo tienen que ajustar su plan de clase durante la clase en función de lo que los estudiantes necesitan. Su lista de objetivos de aprendizaje priorizados le ayudará a tomar decisiones sobre el terreno y ajustar su plan de clase, según sea necesario. Tener ejemplos adicionales o actividades alternativas también permitirá ser flexible. Una línea de tiempo realista reflejará su flexibilidad y capacidad de adaptarse al entorno específico en el aula. He aquí algunas estrategias para la creación de una línea de tiempo realista:
Estimar la cantidad de tiempo de cada una de las actividades, a continuación, planificar un tiempo extra para cada una.
Cuando prepare su plan de clase, al lado de cada actividad indican la cantidad de tiempo que espera que tomará
Planificar unos minutos al final de la clase para responder a cualquier pregunta que quedan y para resumir los puntos clave
Planificar una actividad adicional o pregunta de discusión en caso de que tenga tiempo
Sea flexible – estar listo para ajustar su plan de lección a las necesidades de los estudiantes y se centran en lo que parece ser más productivo en lugar de cumplir con el plan original.
Al presentar el Plan de la lección
Dejar que sus estudiantes conozcan lo que van a aprender y hacer en la clase ayudará a mantenerlos más comprometidos y en pista. Usted puede compartir su plan de clase escribiendo un breve programa en la pizarra o diciendo a los estudiantes de forma explícita lo que va a aprender y hacer en clase. Puede esbozar en la pizarra o en un folleto los objetivos de aprendizaje de la clase. Proporcionar una organización significativa del tiempo de clase puede ayudar a los estudiantes no sólo recordar mejor, también seguir su presentación y comprender la razón de ser de las actividades de su clase. Tener una agenda claramente visible (por ejemplo, en el tablero) también le ayudará a los estudiantes y mantener el rumbo.
Al reflexionar sobre su plan de lección
Un plan de lección puede no funcionar tan bien como usted esperaba debido a una serie de circunstancias externas. Usted no debe desanimarse, sucede incluso a los maestros más experimentados! Tómese unos minutos después de cada clase para reflexionar sobre lo que funcionó bien y por qué, y lo que podría haber hecho de otra manera. La identificación de la organización o menor éxito de tiempo y actividades de clase sería más fácil para adaptarse a las contingencias de la clase. Para recabar información adicional sobre el tiempo de planificación y gestión de clase, puede utilizar los siguientes recursos: la retroalimentación de los estudiantes, de observación de pares, viendo un vídeo de su enseñanza, y consulta con un miembro del personal para obtener una retroalimentación.
Conclusión
Para ser eficaz, el plan de clase no tiene por qué ser un documento exhaustivo que describe cada uno y todos los escenarios posibles en el aula. Tampoco tiene que anticipar la respuesta o la pregunta de cada uno de los estudiantes. En su lugar, se debe proporcionar un esquema general de sus objetivos de enseñanza, los objetivos de aprendizaje, y los medios para llevarlos a cabo. Es un recordatorio de lo que quiere hacer y cómo quiere hacerlo. Una lección productiva no es uno en el que todo va exactamente como estaba previsto, pero en el que tanto los estudiantes como el instructor van aprender unos de otros.
Existen dos formas de enfrentarse al fracaso. Una es a partir de lainteligencia estática y otra, a partir de la inteligencia de crecimiento. A partir de esta diferenciación, mi intención es la de enseñarte a superar de la mejor manera posible cualquier fracaso.
Para la redacción de este artículo me he servido del interesantísimo libro de Elsa Punset titulado El libro de las pequeñas revoluciones y que desde Justifica tu respuesta te recomiendo encarecidamente.
¿Quieres conocer qué diferencia existe entre la inteligencia estática y la inteligencia de desarrollo? ¿Quieres aprender a superar con éxito un fracaso? Si es así, te animo a que sigas leyendo el resto del artículo porque estoy convencido de que te será de gran utilidad. Sin más demora, zarpamos…
En el libro de Elsa Punset he aprendido que existen dos tipos de inteligencia en relación a un fracaso: la inteligencia estática y lainteligencia de desarrollo.
Dichas inteligencias son fruto del trabajo de la doctora de la Universidad de Stanford Carol Dweck, a quien admiro muchísimo y a la que le dediqué uno de mis artículos preferidos en Justifica tu respuesta y que titulé True Grit o sobre la determinación para el éxito escolar.
Veamos, a continuación, en qué se diferencian ambas inteligencias:
La inteligencia estática. Es la inteligencia centrada en lo que se denomina el enfoque fijo. Se trata de un tipo de inteligencia que acaba por estancarse y viene determinada por una visión parcial y determinista del mundo.
Esto es lo que dice Elsa Punset al respecto de la inteligencia estática:
“Las personas que tienen un enfoque fijo se enfrentan a los retos como ocasiones para mostrar sus talentos innatos, así que el fracaso significa para ellos que no están a la altura e intentan evitarlo a toda costa.”
La inteligencia de desarrollo. La inteligencia de desarrollo o de crecimiento tiene un claro enfoque incremental, es decir, parte de la idea de que la inteligencia se puede desarrollar. Y esta idea, precisamente, es la que permite alcanzar los mayores logros y afrontar con la mejor predisposición posible cualquier fracaso. Es, en definitiva, la inteligencia que posibilita a las personas la sensación de libertad personal, porque se trata de un inteligencia con un gran deseo de aprender.
Esto es lo que dice Elsa Punset el respecto de la inteligencia de crecimiento:
“Las personas con un enfoque incremental consideran que sus habilidades se fortalecen gracias a los retos, así que tienen una percepción muy distinta del fracaso: el fracaso es la confirmación de que se están esforzando por conocer sus límites actuales. ¡Por eso fracasan! Es una experiencia análoga a entrenarse con pesas: tus músculos crecen porque los entrenas más allá de sus capacidades presentes. Quienes levantan pesas no piensan que entrenarse hasta fracasar sea un error, sino una estrategia. Utilizan el fracaso para fortalecerse y mejorar.”
Ahora que ya conoces estos dos tipos de inteligencia, de lo que se trata es de relacionarlas con el fracaso. Cada una de ellas responderá de una forma sustancialmente distinta. Y en este artículo me centraré en la manera de superar un fracaso con la ayuda de la inteligencia de desarrollo o de crecimiento.
5 Claves para superar un fracaso mediante la inteligencia de crecimiento.
1. Desafíos. La inteligencia del crecimiento no evita los desafíos, sino que es capaz de afrontarlos de nuevo con la mejor predisposición. Hace poco leí una frase al respecto de los desafíos y el fracaso que me gustó mucho y que rezaba así:
el desafío es dejar atrás el pasado que lleva al fracaso
2. Obstáculos. En muchas ocasiones el fracaso se produce porque han surgido diferentes obstáculos. En este sentido hay que saber detectarlos y persistir en ellos, es decir, no rendirse nunca ante ellos y tampoco usarlos como excusa.
3. Esfuerzo. Ningún esfuerzo es improductivo. El esfuerzo es lo que hace posible convertirte en un experto, capaz de enseñar y sin renunciar nunca a querer seguir aprendiendo.
4. Crítica. Es inútil querer ignorar la crítica que se recibe ante un fracaso. La forma con que la inteligencia del desarrollo trata la crítica es a partir del aprendizaje que lleva implícita. Porque sin crítica nunca hay mejora. Porque sin crítica sólo se goza de una única y reducida visión: la de uno mismo.
5. El éxito de otros. Nunca hay que sentirse amenazado por el éxito de los otros, sino que el éxito de los otros debe servirle a uno de lección así como de fuente de inspiración. Porque
sólo se es mejor cuando se aprende de los mejores
¿Qué lección he aprendido de Elsa Punset con respecto al fracaso? A modo de conclusión.
Debo confesar que el libro de Elsa Punset me ha enseñado mucho. Pero de todas las enseñanzas que hay guardadas en sus páginas, hay una que me ha llamado poderosamente la atención y que me ha sido de gran ayuda. De ahí que quiera compartirla contigo.
Esta enseñanza tiene que ver con la idea de que el fracaso muchas veces está en consonancia con el hecho de que se ponen al límite las habilidades actuales de cada persona. Pero, ¿sabes cuál es la mejor noticia?
Que todas las personas, todas las personas sin excepción, incluso tú, puede mejorar sus habilidades
Cómo puede ayudar el lenguaje a afrontar de la mejor manera posible un fracaso.
Elsa Punset propone una rutina para enfrentarte al fracaso tan sencilla como efectiva. Se trata de llevar a cabo una simple rutina en el momento en el que dialogas contigo mismo.
¿En qué consiste esta rutina?
La rutina consiste en no pronunciar nunca la expresión
no puedo
En lugar de decir no puedo, prueba a decir
todavía no puedo
Este todavía es el que te permitirá pasar de una inteligencia fija a una inteligencia de crecimiento, a un enfoque incremental.
Ahora te toca a ti elegir ante el fracaso qué tipo de inteligencia quieres abordarlo usar. Yo ya lo he decidido.
Si te interesan artículos sobre la inteligencia, te recomiendo las siguientes lecturas:
Acaba de terminar el IV CITES, el congreso sobre tecnologías emergentes y sociedad que la UNIR organiza para sus profesores, todo un lujo y ejemplo de cómo se apuesta por la calidad y la formación en la Universidad a la que ahora pertenezco y a la que dedico mis mejores esfuerzos. Para mí fue el primero, un privilegio con sabor agridulce que nunca olvidaré, pues mis obligaciones en el mismo me han impedido rendir mi ultimo adiós al maestro y al amigo que, en silencio, se nos fue en la madrugada del pasado día 26. Así, en silencio, cosa que no le pega nada porque Paco era grande en todo, pero no le caracterizaba ser silencioso.
No deja de ser una paradoja que, precisamente, una actividad educativa en mi Universidad, haya sido lo que me impidiese asistir a la despedida de sus restos mortales, junto con su familia y la mía, que desde hace ya mucho somos una.
Hace un tiempo había escrito un modesto relato en el blog que pretendía ser un tributo a quien un día, en esas aparentes encrucijadas de la existencia, se cruzó en mi camino y me hizo cambiar el rumbo de mi vida profesional.
He releído esta mañana el texto, con emoción y un poco de pena, pero también de alegría porque estoy convencido de que Paco ya está en su Patria Grande, viendo la esperanza que albergaba en su corazón convertida en realidad, y quizá haya visto mi conferencia de ayer por el rabillo del ojo y es posible que haya pensado: "al final aquella mañana de junio con el biólogo de pantalón blanco no fue perdida del todo", o quizá haya dicho -en frase muy suya- "déjate en paz de tonterías y vete al grano". Aunque la verdad, no creo que haya tenido tiempo de escucharme hablar de tantas cosas que, si leéis hasta el final, veréis que ya él me contaba en 1976, porque seguro que en estos "primeros días de la eternidad" habrá estado muy ocupado viendo tantas maravillas a su alrededor y charlando con tanta gente conocida que le esperaba. En fin...volveremos a hablar de educación algún día, estoy seguro.
Pues aquí va de nuevo aquel texto que el 31 de Diciembre de 2013 escribí para él y que hoy le dedico, un poco apesadumbrado, nuevamente.
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¡Un buen maestro... y amigo, te puede cambiar la vida!
Era un sábado, debía de ser a mediados o finales de Junio del año 1976 cuando visité, un poco por curiosidad y un mucho por compromiso, a un señor burgalés que estaba organizando el desarrollo del colegio Panxón, en la localidad de ese nombre, perteneciente al Instituto Social de la Marina. Un edificio imponente anexo al Templo Votivo del Mar. Ambos del arquitecto Palacios autor, entre otros edificios emblemáticos, del que siempre hemos llamado de Telefónica, en la madrileña plaza de Cibeles. No nos conocíamos, solo sabíamos de nuestra existencia por un amigo común.
Él dice que recuerda incluso como iba yo vestido en aquel encuentro. Primera nota de buen maestro: la observación. Tuvimos una larga conversación sobre diversos temas educativos que, he de confesar, tenían escaso interés para mí que me dedicaba a la biología pesquera y estaba a punto de salir hacia Cascais (Lisboa) para participar en una reunión internacional de pesca (probablemente de la NEAFC).
Recuerdo que visitamos el colegio de "quilla a perilla", por usar una expresión náutica que viene al caso. Me impresionaron, supongo, la limpieza y sobriedad del edificio, los laboratorios, el entorno. Esto último era conocido para mí como navegante desde la niñez, pues la bahía de Bayona es uno de los lugares con más encanto del sur de Galicia. Hay quien dice incluso que Bayona es bonita porque está enfrente de Panxón.
"En educación hace falta gente a la que le guste la investigación"; "se puede investigar mucho sobre cómo enseñar mejor"; "lo más importante es, sin embargo, querer a los niños";"la enseñanza en el laboratorio es muy importante para que aprendan haciendo". Estas frases y otras similares estaban en su "mensaje". La verdad es que yo me enteraba a medias, probablemente no me enteraba de nada... para ser sinceros. Mi cabeza estaba en otras cosas.
Sin embargo mantengo, aún hoy, muy viva la imagen de su entusiasmo, su paciencia y su enorme respeto por un "jovenzano" de pantalón blanco que había hecho allí una parada antes de irse a la playa. No me pareció que quisiera convencerme de nada (incauto de mí), pero con su entusiasmo y amor por la enseñanza (y naturalmente por la educación) me estaba mostrando un mundo del que yo no tenía más experiencia que la de haber sido alumno en una escuela de pueblo años atrás. ¡Qué importante es el amor a lo que uno hace! Sin pretenderlo, me estaba "clavando un rejón de muerte" con su mensaje.
Me habló de "la educación personalizada", de "la relevancia de la tutoría", de "lo importante que es la evaluación", de "conocer a las familias de los alumnos", de "estar siempre ahí dispuestos a orientar, aconsejar, acompañar", de "saber qué les preocupa a nuestros alumnos", de "adelantarnos a sus problemas".
Un detalle importante de aquel proyecto, que me iba desgranando mientras visitábamos las instalaciones del centro, es que se daba importancia a las actividades extraescolares (no se si se había inventado entonces la palabra) y de la posibilidad de hacer un club de vela... Uhmm, esto me gusta, pensé. Además, "ten en cuenta que muchos de estos niños son huérfanos del mar y nos necesitan especialmente, muchas veces seremos sus padres y sus madres". Me parece que aquello fue la puntilla. Desde muy niño he convivido, en el más estricto sentido del término, con las gentes de la mar: he jugado de niño, navegado, pescado, comido, aprendido gallego, con ellos . La costa y sus gentes, particularmente sus pescadores de bajura y de altura también (¡aquel viaje a Terranova...!), forman una parte importante de mi vida.
Nos despedimos cordialmente. Creo que no le causé buena impresión, pero ¿a mí qué?, yo me iba a Lisboa a lo mío.
Pasaron unas semanas en las que no dejé de pensar en aquel proyecto, a pesar incluso de estar dedicado a otros menesteres. "Investigación", "vela", "huérfanos del mar", "laboratorios", "entusiasmo", "amor al trabajo bien hecho...". ¿Hacía falta más para convencer incluso a un despistado biólogo pesquero? Y pasados unos meses decidí, no sin cavilar de lo lindo, incorporarme al colegio, abandonando para siempre la biología pesquera, que no el mar. Todo un panorama nuevo por delante. Hoy, 38 años después, estoy persuadido de que hice lo mejor. Lo volvería a hacer sin ninguna duda.
Aquella re-orientación profesional trajo, con los años, otras más profundas y, a partir de 1979, comencé mi verdadera vocación oculta, que no podría haberse realizado sin aquel encuentro previo con la enseñanza de manos de un maestro: mi trabajo como profesor e investigador sobre la educación en la Universidad, en la que estoy desde hace 34 años.
Qué fácil y qué difícil. Y todo se deriva de un encuentro aparentemente fortuito con un burgalés enamorado de la enseñanza, maestro, como siempre le gustó considerarse, que me esperaba a la vuelta de la esquina, sin yo saberlo. Él tampoco lo sabía.
Así se teje la vida, como una sucesión de causas que se encadenan de manera aparentemente azarosa. Solo aparentemente. Y de aquí la importancia que este breve relato tiene para mí y espero que para Paco también. Desde luego, con los años uno atisba mejor aquello de que "cómo hagamos las cosas dependen muchas otras que habrán de venir después".
Si aquel día soleado de Junio hace 38 años yo no me hubiese encontrado con un verdadero maestro, que luego fue y sigue siendo mi amigo, mi vida habría sido otra.
Decía mi padre que "de bien nacido es ser agradecido", por eso ahora que los años se amontonan y la salud se deteriora y uno puede tener sensación de que no ha hecho todo lo que hubiese querido, me ha parecido un buen momento para rendir homenaje al maestro y al amigo.
"Hay que provocar en el que escucha que piense por su cuenta. No hay que adoctrinar, hay que provocar. Me gustaría pensar que, en algún momento, algo de lo que digo les sirva de provocación para que salten por encima de mí, para que se hagan y lo hagan mejor todavía." José Luis Sampedro
Uno de los grandes problemas ante el que nos enfrentamos a la hora de mejorar la educación que ofrecemos en nuestras escuelas es que actuamos como si fuera un producto de consumo, es decir, evaluamos resultados puntuales, calificamos numéricamente los logros alcanzados, clasificamos en rankings...
Pero, en realidad, la educación es un proceso donde tan importantes son los objetivos alcanzados como el camino que se ha seguido para ello. En este contexto, educamos a personas que no se limiten a repetir lo que ya se conoce sino que sean capaces de hacer cosas nuevas, distintas, mejores.
Es por ello que tenemos que entender la figura del docente como agente provocador. Un profesor debeseducir y provocar a todos y cada uno de sus alumnos para que estos sean capaces de sentir interés por aprender, para que sean capaces de participar en la construcción de ese aprendizaje. Debe seducirlos para que estén motivador por aprender, para que superen la vulnerabilidad que implica ser consciente de que necesitan mejorar sus conocimientos, sus habilidades, sus destrezas, sus competencias. Debe provocarlos para que ser produzca una acción que lleve al aprendizaje y que este sea relevante y significativo.
Un docente es un provocador en todos los sentidos. En el sentido de incitar al aprendizaje (no de transmitirlo), porque con sus acciones aviva en sus alumnos la alegría por aprender, el entusiasmo que es el combustible que motivará a las personas a aprender de manera autónoma a lo largo de toda su vida. Pero también lo es porque su función es la de formar personas que sean capaces de pensar por sí mismas, que tengan espíritu crítico y no se limiten a obedecer las directrices que le marcan.
Provocar en la escuela es enseñar a pensar con autonomía, dotando a todos los alumnos y alumnas de las herramientas que necesitan para desarrollarse con plenitud en el mundo en que vivimos. Provocar en educación es hacer que cada persona sea constructor de su aprendizaje y disfrute de ese proceso.
La educación como provocación supone dejar de lado los patrones establecidos para reforzar el pensamiento creativo, dejar de lado la reproducción del conocimiento para producirlo, dejar de lado la obediencia ciega para incitar el punto justo de rebeldía.
Elaine Wyllie, profesora de primaria ya jubilada, pasó muchas horas mirando por las ventanas de su aula de un colegio de Stirling, en Escocia. Así, sin saberlo, fue dando forma a su idea. “Se veía un parque, y a mí me encantaba contemplarlo”, explica. “A veces miraba a los alumnos en clase y me preguntaba si no estarían mejor ahí fuera corriendo”.
Fue un voluntario que trabajaba en aquel colegio St Ninians, cuando Wyllie era ya directora, el que le abrió los ojos. “Estos niños están demasiado poco en forma”, le dijo. Nada raro. Casi el 40% de los niños británicos de entre 11 y 15 años padece sobrepeso, y uno de cada diez ya es obeso antes de empezar el colegio. Los niños ingleses en edad escolar, según un estudio reciente, están en peor forma que nunca. Algo que los expertos atribuyen, principalmente, a la vida sedentaria.
De repente, un día de febrero de 2012, Wyllie decidió pasar a la acción. “Vamos todos a la calle”, les dijo a sus alumnos. Les llevó al parque de al lado, el que llevaba años mirando por las ventanas de la clase, y les propuso que lo rodearan corriendo. “Una vuelta al parque era un cuarto de milla”, recuerda. “Tenían 10 años y no logró completarlo ninguno, acabaron todos exhaustos”.
Exhaustos, pero divertidos. Al día siguiente repitieron la prueba. Al otro también. “En un mes estaban transformados”, asegura Wyllie. “Todos podían correr una milla [1,6 kilómetros], que era dar cuatro vueltas al parque. Por eso lo llamamos la milla diaria”.
Para Semana Santa ya se habían apuntado cinco clases más. Y en verano todo el colegio hacía la milla diaria. “Se les anima a correr, pero pueden ir andando, saltando… como quieran”, explica. “La clave es que les encanta. Tiene que ver con todas las necesidades de los niños: el aire fresco, la libertad, la diversión… Funciona porque sucede donde los niños están cada día, en el colegio. No tienen que cambiarse de ropa, puede ser a cualquier hora. Todos participan y todos ganan. No es deporte, es salud”.
Hoy más de 600 colegios en Escocia y otros 200 más en Inglaterra y Gales practican la milla diaria. Los tres principales partidos escoceses recogían la propuesta en sus programas para las elecciones regionales del pasado 5 de mayo. “Nuestra ambición es que Escocia sea la primera nación de la milla diaria”, decía el programa con el que ganó las elecciones el nacionalista SNP.
Los índices de sobrepeso en el colegio son hoy casi la mitad de la media escocesa. La milla diaria ha mejorado la forma física de los niños, según los profesores, pero también su comportamiento, su concentración y su rendimiento académico. “Los niños satisfacen sus necesidades físicas, ejercen de niños, y luego se portan mejor y se concentran más”, explica. Y todo ello, sin coste alguno.
Esa información anecdótica va camino de convertirse en evidencia científica, gracias a un estudio comparativo que está realizando la universidad de Stirling, que medirá los beneficios “físicos, cognitivos y emocionales” de la milla diaria. “Ninguna otra iniciativa en el mundo occidental ha funcionado para reducir la obesidad infantil y esperamos que este estudio demuestre que la milla diaria sí funciona”, confía.
Hoy Elaine Wyllie está jubilada como profesora y se dedica a recorrer el mundo tratando de dar a conocer su proyecto, con la ayuda de una fundación que apadrinó su causa. La milla diaria se practica ya en colegios de Bélgica, Polonia, Italia y Holanda. Cada semana se suman nuevos centros.
Ella, por cierto, no es deportista. “¡En absoluto!”, asegura entre risas. Pero la milla diaria, aclara, no tiene que ver con el deporte sino más bien con la niñez. “En 15 segundos recuerde un momento de juego feliz durante su niñez”, propone. “¿Era en el exterior o en el interior? ¿Solo o con amigos? ¿Había adultos dirigiendo? ¿Había implicado un complejo juguete manufacturado? Si responde lo que creo que ha respondido, esa es para mí la definición de la niñez. Y todo eso es la milla diaria”.
Tomado de: El país