domingo, 22 de mayo de 2016

Diálogos reactivos y diálogos proactivos entre docentes

Diálogos reactivos y proactivos.
Los docentes reactivos usan el presente para hablar del pasado. Losdocentes proactivos usan el presente para transformar el futuro.
Hoy quiero darte a conocer dos ejemplos de diálogos para que entiendas la diferencia entre docentes reactivos y proactivos. Creo que estos ejemplos pueden servirte de utilidad para reflexionar sobre tu forma de ser y, sobre todo, de relacionarte con tus compañeros.
¿Quieres conocer la diferencia entre un diálogo reactivo y un diálogo proactivo? Si es así, no te entretengo más.
Zarpamos…
diálogos
Imagen extraída de Shutterstock

Diálogo entre los docentes Juan y María.

Para reproducir los dos diálogos, me he inventado una situación comunicativa ente los docentes Juan y María. Aquí tienes la situación:
“Juan y María son dos profesores de Secundaria que trabajan en el mismo centro. Juan es profesor de Tecnología y María es profesora de Sociales. Juan y María comparten un mismo grupo clase, concretamente, el curso de 2º A de la ESO.
Juan está entusiasmado con un proyecto colaborativo entre departamentos que se le ha ocurrido y, para este proyecto, ha pensado que estaría fenomenal que participara en él María dentro de la asignatura de Sociales.
En un descanso Juan encuentra a María en la sala de profesores y decide comentarle su propuesta de colaboración.”

Docentes reactivos.

Aquí tienes el diálogo entre Juan y María. Fíjate en las respuestas que María le da a Juan:
JUAN: ¡Hola María!
MARÍA: Hola (voz débil y desapasionada).
JUAN: ¿Tienes un momento?
MARÍA: Es que ahora estamos en el descanso…
JUAN: Bueno, serán tan sólo unos minutos.
MARÍA: Dime… (Mirando hacia abajo y con los hombros caídos).
JUAN: Había pensado en realizar un proyecto de colaboración entre las asignaturas de Tecnología y Sociales.
MARÍA: Pero esto lleva mucho trabajo.
2
JUAN: Se trataría tan sólo de unas semanas con el curso de 2º A de la ESO.
MARÍA: Pero este grupo ya sabes lo movidito que es… (resoplando).
JUAN: Es por eso que me ha parecido interesante poder hacer algo para reconducir el grupo y que fuera algo más motivador.
MARÍA: ¿Pero crees que el director va a estar de acuerdo?
JUAN: Seguro que, si se lo planteamos correctamente, aceptaría.
MARÍA: Pero sabes lo complicado que es montar un proyecto y más cuando sólo faltan unos pocos meses para que finalice el curso.
JUAN: Sí (rotro dubitativo). Tal vez tengas razón…
MARÍA: Es que además está la programación. No sé tu, pero yo voy fatal…
JUAN: La programación, claro… (Juan agacha la cabeza algo desmoralizado). En todo caso no creo que montarlo llevara mucho tiempo.
MARÍA: Pero sabes lo difícil que es encontrar horas en la que podamos coincidir.
JUAN: Ya… (mirando hacia abajo).
MARÍA: Bueno, Juan, te tengo que dejar que tengo clase. Adiós, Juan.
JUAN: Adiós, María.
¿Qué destacaría de este díalogo entre los docentes Juan y María?
  • Juan no le ha podido explicar de qué va su proyecto.
  • María ha empezado sus frases con “Pero…” y “Es que…” (este tipo de frases nunca generan oportunidades, sino que bloquean opciones).

Docentes proactivos.

Aquí tienes el mismo diálogo entre Juan y María. En este caso la actitud de María es proactiva. Observa la diferencia:
JUAN: ¡Hola María!
MARÍA: Hola, Juan, ¿cómo estás? (María saluda a Juan con una amplia sonrisa).
JUAN: ¿Tienes un segundo?
MARÍA: Sí, un segundo y el tiempo que haga falta. ¿Qué te cuentas?
JUAN: Bueno, serán tan sólo unos minutos.
MARÍA: Dime, dime, que seguro que viniendo de ti algo bueno será. (Le toca el hombro con una mano).
JUAN: Había pensado en realizar un proyecto de colaboración entre las asignaturas de Tecnología y Sociales y me gustaría contar contigo.
MARÍA: Sí, claro. Explícame algo más de este proyecto.
JUAN: Se trataría tan sólo de unas semanas con el curso de 2º A de la ESO y el proyecto tendría que ver con el Día internacional del Agua. ¿Te gustaría participar?
MARÍA: Sí, y creo que al 2º A le puede venir muy bien.
JUAN: Yo también lo creo así.
MARÍA: Sí, y si te parece bien yo me encargo de hablar y de convecer al director.
JUAN: Me gustaría llevarlo a cabo el próximo mes. ¿Qué te parece?
MARÍA: Sí, estupendo. Se trata de empezar a organizarlo cuanto antes y llegamos a tiempo seguro.
JUAN: ¡Qué bien!
MARÍA: Sí, y podríamos hablar con Andrés que el año pasado hizo algo para ese día. Seguro que puede aportar algo positivo al proyecto.
JUAN: Sí. ¡Tienes razón!
MARÍA: Pues ya mismo fijamos una hora para reunirnos y empezamos a organizarlo. ¡Va a ser un éxito!
JUAN: Seguro que sí.
MARÍA: Gracias por haber pensado en mí, Juan.
JUAN: Gracias a ti, María.
MARÍA: Me voy a clase entusiasmada.
JUAN: Sí, y yo también.
¿Qué destacaría de este díalogo entre los docentes Juan y María?
  • Juan le ha podido enseñar su proyecto.
  • La predisposición de María se refleja no sólo en sus palabras, sino en su actitud corporal.
  • María es capaz de generar incluso otras sinergias e implicar a otros docentes como Andrés.
  • María genera opciones al empezar sus frases con “Sí, y…”
  • María ha transformado aparentes problemas en oportunidades (conflictividad del curso de 2º A, coincidencia de horarios).

Diálogos reactivos y proactivos entre docentes. A modo de conclusión.

Espero que estos dos ejemplos de diálogos proactivos y reactivos entre docentes te hayan servido para reflexionar el tipo de relación que tienes contigo mismo y con tus compañeros de profesión.
Cada vez estoy más convencido de que las grandes iniciativas, las grandes oportunidades, las grandes transformaciones parten del diálogo que tenemos con nosotros mismos y con los que nos rodean. Y los diálogos proactivos son una excelente oportunidad de convertir los deseos en realidades. Porque la proactividad crea sinergias. Y las sinergias son lo que provoca el cambio y la transformación.
Por una escuela proactiva capaz de generar sinergias
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