"La utopía está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se desplaza diez pasos más allá. Por mucho que camine, nunca la alcanzaré. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? Para eso: para caminar." Eduardo Galeano
Perseguir utopías nos obliga a avanzar siempre, a estar en continuo movimiento, nos permite conseguir metas y perseguir otras nuevas. ¿Qué es la vida sino la búsqueda permanente de la utopía? ¿Cuántas cosas antaño consideradas utopías hoy son realidades cotidianas?
Por ese motivo, los buenos docente son perseguidores de sueños, de utopías. Son docentes que se caracterizan por no dejar de proponer y llevar a cabo un sinfín de proyectos, uno detrás de otro (o varios a la vez). Y no lo hacen por lucimiento personal sino para que sus alumnos y alumnas aprendan más y mejor. Consiguen que aprendan ciencias, matemáticas, literatura... pero también que aprendan a hacer, a ser, a convivir, a colaborar, a compartir. Los docentes que persiguen utopías contagian su entusiasmo, Por eso son muchos y cada vez son más. Estos docentes saben que la educación no tiene fin, por lo que lo interesante es el proceso, el camino, y no los resultados a corto plazo. Saben que lo realmente importante es dotar a sus alumnos de las herramientas que les permitan aprender durante toda la vida, que puedan adaptarse a los cambios y afrontar los retos que encontrarán en el futuro. Justo por ello les preparan para el presente, para que sean ahora y no para lo que serán. La educación de una persona a lo largo de su vida necesita ser como el bolso de Mary Poppins. En él cabe todo, desde lo más grande y trascendente a lo más pequeño y mundano. Cada persona debe meter en su bolso todo lo que le posibilite afrontar su vida con éxito... y no todos necesitamos lo mismo. Para rellenar cada uno de los bolsos de los alumnos propongo que en la escuela se ofrezca una educación que sea transparente, permeable, maleable, líquida, personalizable, abierta al mundo y no limitada por los muros del aula. A aquellos que no entienden la labor de los docentes que persiguen utopías y se dedican a hacer el troll en las redes sociales les dedico estas palabras de Víctor Hugo: "¿Sabes cuál es mi enfermedad? La utopía. ¿Sabes cuál es la tuya? La rutina es el porvenir que se esfuerza en nacer. La rutina es el pasado que se obstina en seguir viviendo."
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