EL DOCENTE COMO PROVOCADOR DE SUEÑOS
"Los jóvenes llevan dentro una mecha de entusiasmo que, cuando alguien se la enciende, explota." Nuccio Ordine
Hay dos funciones de los docentes que me parecen imprescindibles: establecer límites y provocar sueños. Puede parecer una paradoja, pero no lo es. Ambas cosas se complementan y se refuerzan mutuamente.
Si los docentes no establecen límites, los alumnos y alumnas interpretan que no se preocupan por ellos. Esos límites se convierten en una guía, en un modelo, en un referente. Pero esos límites deben marcarse teniendo en cuenta que a los alumnos y alumnas hay que dirigirlos menos y cuestionarles más. Los límites no deben ser órdenes basadas en "porque lo digo yo", sino estar basados en un diálogo constante.
Esos límites lejos de ser barreras que frenan deben servir para que se impulsen "hacia el infinito y más allá" y puedan perseguir sus sueños.
Hay alumnos y alumnas que, por el motivo que sea, tienen claros sus sueños. Los han descubierto por sí solos. Pero otros muchos no los han descubierto todavía y es labor de los y las docentes ayudarles a que lo hagan. La labor de los profesores y profesoras va mucho más allá de transmitir los conocimientos propios de las distintas materias, su labor principal es ayudar a cada alumno a que tenga un objetivo en la vida. Los docentes han de ser provocadores se sueños.
En una entrevista publicada en el diario El Mundo, Nuccio Ordine explica que "uno debería ir a la escuela a cultivar su espíritu, no a aprender un oficio, a prepararse para encontrar un trabajo". La escuela actual está encorsetada por una visión pragmática y utilitarista, cuando debería estar llena de sueños. Los sueños nos marcan un objetivo y nos obligan a trabajar para alcanzarlos. Aquí está la clave: en la persecución del objetivo.
Mientras perseguimos nuestros sueños nos sentimos motivados y con fuerzas para hacer todo lo necesario por alcanzarlos. El esfuerzo y la perseverancia se convierten en aliados que nos ayudan a ser mejores y a aprender constantemente. Os confesaré un secreto personal: yo aún no he alcanzado mi sueño (¡afortunadamente!) y ese es el combustible que me da fuerzas para seguir aprendiendo, formándome y embarcarme en todos los proyectos que me resultan interesantes.
La educación es la herramienta que nos permiten alcanzar nuestros sueños. Por eso, debe ser creativa y no reproductiva, colaborativa y no competitiva, emocionante y no aburrida, desafiante y no memorística. Por eso, no podemos enseñar hoy como lo hacíamos ayer ni como lo haremos mañana.
FUENTE :
Excelente artículo!!!
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