Sir Ken Robinson: “Las tecnologías pueden ayudar a revolucionar la educación”
Su asignatura favorita era el francés pero con la química no podía, “porque el profesor era muy aburrido”. Nunca olvidará las horas que pasó dirigiendo obras de teatro en el instituto. Reconoce que nunca pensó en subir a un escenario, pero hoy es un conferenciante líder en el desarrollo de la creatividad, la innovación y los recursos humanos en educación.
¿Qué país tiene el mejor sistema educativo?
Finlandia es, probablemente, el país que tiene el mejor modelo de educación, aunque no sea perfecto. También cabe destacar la tarea de los gobiernos de Canadá y Australia en este ámbito.
¿En qué se diferencian estos sistemas respecto a los de otros países?
Son sistemas educativos que potencian la creatividad de los estudiantes para que desarrollen su talento con planes de estudios menos estandarizados, que fomentan la enseñanza personalizada y se alejan de un aprendizaje basado en la memorización de contenidos.
¿Qué deberían mejorar los sistemas de otros países?
Estamos educando a los niños para que estén preparados para trabajar en la era de la industrialización, pero este sistema ya no es válido. Por este motivo se debe romper la jerarquía que impera en la actualidad, que responde a necesidades que están obsoletas, donde las asignaturas como las matemáticas tienen una gran relevancia y otras, igualmente importantes, como puede ser la danza, ni siquiera se imparten.
¿Cómo debe concebirse la educación del futuro?
La educación debería adaptarse a cada zona y personalizarse a los estudiantes a los que se está enseñando. Es necesario un modelo en el que cada alumno pueda desarrollar sus propias soluciones con apoyo externo, pero siempre basado en planes de estudios “a medida”. Los sistemas educativos deben potenciar la pasión de los estudiantes en hacer aquello que les llena y se les da bien hacer.
¿Por qué cree que el sistema educativo no se ha transformado aún?
Muchos sistemas educativos ya han sido reformados, pero no es suficiente. La ‘revolución’ en la que yo creo debería estar liderada por los políticos y a ellos no les interesa. Los gobernantes priorizan un modelo en el que los estudiantes memorizan los contenidos en vez de uno que potencie su creatividad, ya que en el primer caso los resultados se obtienen más rápido que en el segundo.
¿Qué entiende por creatividad?
Defino la creatividad como el proceso de generar ideas originales que tienen valor. Se puede ser creativo en cualquier ámbito. También concibo la creatividad como la forma de poner la imaginación a trabajar, ya que esta es su principal fuente de alimentación.
¿Cómo se puede promover la creatividad en la escuela?
Una forma de promoverla es ayudando a los estudiantes a encontrar y desarrollar su talento. Es necesario enseñar a los estudiantes a bailar, a tocar un instrumento, a pintar… Y, por supuesto, deben valorarse todos los talentos y no solo el académico. Para ello los profesores juegan un papel muy importante. En mi caso, la mayoría de asignaturas que me gustaban en el colegio eran probablemente aquellas en las que teníamos los profesores más interesantes. Por tanto, es esencial el papel del profesor, ya que lo que sucede a menudo es que te interesas por una u otra disciplina en función de la capacidad de motivación de la persona que te enseña.
¿No valoramos suficientemente el talento de las personas?
Nos encontramos ante una crisis de recursos humanos, basada fundamentalmente en el hecho de que la mayor parte de personas hacen un uso pobre de su talento. Hay mucha gente que a lo largo de sus vidas no desarrolla sus talentos porque ni siquiera es consciente de sus posibilidades. La mayoría de estas personas trabajan en empleos que no les gustan y no conciben el trabajo como una forma de vida, como algo que les ayuda en su crecimiento personal.
Quizás es que no todos los seres humanos tenemos talento…
Todas las personas tienen múltiples talentos y un gran potencial creativo. Hay cosas como aprender a hablar, que hacemos de manera natural, lo cual es algo muy notable. La cuestión es que no puedes enseñar a alguien a hablar, puedes guiarle, él puede escucharte…
Bueno, tenemos muchos talentos, pero no tenemos talento para todo.
Es verdad, y el hecho es que cuando vas a la escuela te das cuenta de que tienes facilidades para algunas cosas pero, en cambio, para otras no tanto. Este es uno de los argumentos de mi libro, todos tenemos muchos talentos distintos, no es que cada uno solo tenga un único talento. Emitieron un programa hace poco en la BBC, The Choir, presentado por Gareth Malone, en el que se enseñaba a cantar a gente de distintas comunidades de todo el país, gente que nunca había cantado antes. En pocos meses hicieron fantásticas actuaciones de coros y la gente quedó maravillada.
Interesante…
También recuerdo a una amiga mía que fue a enseñar danza contemporánea en una escuela del norte de Inglaterra a gente que no sabía bailar. Organizó grandes producciones y la gente competía para entrar en su compañía. Al cabo de un tiempo, uno de sus alumnos creó su propia compañía de danza contemporánea, que se ha acabado convirtiendo en la primera compañía de danza contemporánea de Gran Bretaña.
¿Y qué pasa si eres bueno en las cosas que no te gustan?
Esto pasa a menudo… Cuando hablo de The Element me refiero al punto donde tus talentos y tus pasiones se encuentran. Si a ti te gusta hacer algo en lo que eres realmente bueno, tu capacidad de crecimiento es ilimitada. Pero es verdad que a veces hay personas que son buenas en cosas con las que no disfrutan. El problema es que esta situación no les llena y, por ello, insisto en que es muy importante buscar cosas que nos satisfagan, ya que es la manera de descubrir el sentido de nuestra vida. Es evidente que conseguirás llegar más lejos haciendo algo con lo cual no eres demasiado bueno pero que te apasiona, que no con lo que sabes hacer pero que no te llena en absoluto.
¿Cómo podemos potenciar nuestro talento?
En primer lugar, debemos perder el miedo a equivocarnos y esto debemos aprenderlo desde pequeños. Es importante recordar que los mejores inventores no hicieron su gran descubrimiento al primer intento, sino que tuvieron que pasar por muchas pruebas fallidas antes de conseguir lo que buscaban. Debemos enseñar a los niños que si no pierden el miedo a equivocarse, nunca llegarán a hacer nada original. En cambio, tenemos sistemas educativos que penalizan el error.
En este sentido, ¿las herramientas tecnológicas como Tiching pueden ayudar a potenciar la creatividad y el talento de los estudiantes?
Todas estas herramientas tecnológicas son por ellas mismas neutrales, pero que hay personas que con ellas pueden crear cosas impresionantes. En este sentido, soy optimista, ya que las nuevas tecnologías pueden ayudar a la creatividad de las personas y al desarrollo de su talento. Además, estas tecnologías en manos de buenos profesores pueden ayudar a revolucionar la educación y acercarnos al tipo de sistema educativo del que anteriormente hablaba.
Por cierto, ¿cuál es su talento?
Podríamos decir que uno de mis talentos es dirigir obras de teatro. Primero empecé actuando en un par de obras en la escuela, cosa que nunca había pensado que podría llegar a hacer… Era muy tímido y subir a un escenario me daba pánico. Más tarde empecé a dirigir y, con el tiempo, me he dado cuenta que prefiero dirigir que actuar.
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