martes, 13 de marzo de 2018

LAS ESCUELAS COMO CENTROS DE INNOVACIÓN SOCIAL

LAS ESCUELAS COMO CENTROS DE INNOVACIÓN SOCIAL

Hace unos días, durante la manifestación del #8M pensaba la verdadera fuerza de cambio, de transformación y de mejora  la tiene la propia sociedad.


En los días previos y durante el 8M la mayoría de las escuelas hemos diseñado pequeños proyectos de aprendizaje con los que hemos pretendido que nuestro alumnado comprendiese de manera crítica la realidad. Una realidad en la que hemos observado la desigualdad de género; hemos pensado y comparando el papel del hombre y la mujer en la casa en el trabajo, en las relaciones y en la sociedad; hemos analizado datos  y hemos deducido evidenciado la prevalencia del hombre sobre la mujer en el mercado laboral, en los sueldos que perciben y en las situaciones de acoso y maltrato; hemos debatido y argumentado sobre la inequidad de situación, evaluando y sopesando las acciones históricas y que nos han llevado y todavía nos llevan a esta situación, sin poder pensar que es una situación solo del pasado. 
Realmente hemos cumplido nuestra corresponsabiliad como docentes con el tema diseñando proyectos de aprendizaje que nos han ayudado a comprender la realidad en la que vivimos de manera crítica.
Para finalizar hemos desarrollado creaciones académicas (pósteres, textos, eslóganes, vídeos, imágenes...) y de aprendizaje servicio con  las que hemos acabado el ciclo del proyecto... a la espera de un nuevo 8M. 
Me queda una duda: ¿es esto suficiente?

¿Cual es el papel de la escuela?

 Mi visión de la alfabetización va más allá del ba, be, bi, bo, bu. Porque implica una comprensión crítica de la realidad social, política y económica en la que está el alfabetizado - Paulo Freire (Pedagogía del Oprimido) 
Decía Luis Riesco en Ined21 hace unos días, algo que comparto plenamente, no solo como evidencia, sino también como motivación para continuar en la brecha de la transformación educativa: "en la actualidad, nos encontramos en el punto en el que más y más cambios están ocurriendo, soluciones, ideas, mejoras, implementación de nuevas metodologías, etc., estamos en el inicio del nacimiento del nuevo paradigma". 

En el contexto de este post, mi duda es si un nuevo paradigma educativo nos llevará a un nuevo paradigma social, per se, sin necesidad de más.
En educación necesitamos de intención, y así, aunque pareciera que una cosa sin la otra es imposible, es preciso reenfocar la innovación educativa que nos deslumbra con la innovación, no sólo tecnológica sino también metodológica, para que nos resitúe en un escenario de cambio eficaz. 
Estamos debatiendo y consiguiendo trascender los qué (contenidos) y los cómo (transmisora, unidireccional, repetitiva...)  ahora nos toca centrarnos en los 

para qué

Es el para qué enseñamos y para qué aprendemos el motor esencial de la transformación. Es la medida que dará al alumnado los mandos de su propio aprendizaje ¿para qué aprendo?¿hacia donde voy?¿hacia dónde quiero ir?

¿Nos imaginamos la escuela, además de como centro de innovación metodológica y tecnológica,  como centro de innovación social? 
I+d+Is 

La escuelas como centros de innovación social, con grandes carteles en la puerta que lo anuncien como valor, meta y sentido. Una ola innovadora transversal que la recorra en "paraqués" relacionados con el establecimiento de una nueva cultura de la convivencia (el derecho a ser respetado y respetar), de la cooperación (juntos somos mejores que por separado), de la diversidad (cada es diferente y en la diferencia está la riqueza y el encuentro); de la equidad (el derecho de todos a tener sus oportunidades de desarrollo personal), de la democracia (el diálogo y la multiplicidad de opiniones representadas, escuchadas y tratadas con mimo por unos representantes elegidos  para que tomen acuerdos por todos que nos beneficien a todos); de igualdad de género ( donde hombres y mujeres sean iguales en derechos y obligaciones, independientes como personas y colaboradores en el desarrollo y la evolución de la humanidad); del pensamiento ( donde saber pensar bien sea un bien valorado); de responsabilidad social (donde cada individuo individuo transfiera a la sociedad lo que la sociedad le proporciona, educación+compromiso social)...


Si la escuela debe trascender ya a la vieja idea de lo que implica alfabetizar, "alfabetizarse no es aprender a repetir palabras, sino a decir su palabra" (Paulo Freire), ¿Cual es ese nuevo escalón que, tras tantos años, no hemos conseguido subir?
Necesitamos un nuevo paradigma educativo como sistema educativo diseñado como precursor de un nuevo paradigma social... y parece claro que un sistema transmisor de cultura, reproductor de acciones pasadas, "homogeneizador" de pensamiento, que invisibiliza el pensamiento crítico y la educación para ser, ...difícilmente es podrá ayudarnos. 
Necesitamos el pacto de un nuevo sistema educativo que vaya unido al pacto para el inicio de una nueva sociedad que reclamamos a voces y que pedimos que se liberen esclusas para poderla construir juntos.
Trabajemos por un Escuela centrada en las personas como ciudadanos, no como inversión laboral, tecnológica o bursátil.
Tendremos que aprender  que no podremos nunca hablar de transformación educativa si esta no va acompañada de una transformación social en un dúo al estilo del "monta tanto". Una transformación educativa que promueva estabilidad en los cambios de lo social y una transformación social que permita instaurar cambios permanentes en el modelo de escuela.
Y si nos inspiráramos de nuevo en Paulo Freire: 
"La Educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo" 
y parafraseando pudiéramos enunciar, con la idea de transformación como cambio con no retorno:
"La escuela que se transforma, trasforma la sociedad que transformará la historia de la humanidad"




FUENTE:Transformar la escuela






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