¿Recuerdas tu primer día de clase?
Yo sí. Lo recuerdo como si fuera ayer, y eso que ya han pasado tres
lustros desde que pisé por primera vez un aula. Es curioso cómo hay días
que se fijan en la memoria de uno para siempre.
De mi primer día recuerdo a una
compañera de claustro, una profesora de sociales, que al verme pocos
minutos antes de entrar en el aula me preguntó si era mi primer día. Yo,
con la voz temblorosa por los nervios, le dije que sí. Ella esbozo una
sonrisa, me deseó mucha suerte y se fue. Debo confesar que en ese
momento agradecí sus palabras, pero ahora me doy cuenta de que lo que
necesitaba no era suerte, sino buenos consejos.
De mi primer día de clase recuerdo que iba con una maleta nueva cargada de conocimientos, pero vacía de experiencia…
¿Quieres saber qué le diría a un
docente en su primer día de clase? ¿Quieres descubrir qué he aprendido a
los largo de más de nueve mil horas de docencia directa con alumnos? Si es así, te invito a que leas el resto del artículo. Zarpamos…
Imagen extraída de Shutterstock
Consejos para docentes en su primer día de clase.
Los consejos que voy a dar a continuación nacen de lo que yo llamo la biografía de la experiencia.
Son consejos que nacen del día a día, que nacen de la pasión hacia la
profesión capaz de crear otras profesiones, que surgen del error, que se
alimentan de determinación y actitud. Porque enseñar no es una cuestión de suerte, sino de actitud.
Aquí tenéis los consejos que daría a un docente minutos antes de entrar en un aula en su primer día de clase:
1. Enseña, no expliques.
Para mí es crucial entender la diferencia entre enseñar y explicar en
el aula. Este fue uno de los errores que cometí durante
demasiados cursos. Si quieres sabér qué diferencia existe entre ENSEÑAR y
EXPLICAR, lee con atención el siguiente enlace.
2. Aprende de tus alumnos.
Por muy llena de conocimientos que lleves tu cartera, no olvides que
delante tienes a unas personas que siempre podrán enseñarte algo. No
olvides que no eres el único poseedor de saber dentro del aula. ¿Y cómo
puedes aprender de tus alumnos? Muy sencillo. Formulándoles preguntas
abiertas. Si quieres saber cómo se formula una pregunta abierta, te
remito al siguiente enlace.
3. Reduce al máximo la explicación magistral.
No porque hables más en el aula, tus alumnos sabrán más. ¿Qué significa
esto? Pues que cuando entres en el aula, preocúpate más por lo que tus
alumnos pueden aprender por sí mismos que no por lo que tú eres capaz de
enseñarles. Conviértete en un facilitador del conocimiento.
4. Trabaja de manera cooperativa.
Trabajar en equipo, trabajar de forma cooperativa siempre supone un
reto para cualquier docente que se inicia en el mundo de la enseñanza.
Pero precisamente la cooperación es la herrramienta pedagógica que sirve
para que tus alumnos aprenan por sí mismos y de otros compañeros de
grupo. Si quieres saber qué libros utilizo para llevar a cabo el
aprendizaje cooperativo en el aula, te remito a este enlace.
5. Prioriza lo útil sobre lo importante.
¿Qué significa esto? Antes de entrar en el aula, pregúntate si lo que
vas a enseñar es aplicable a la vida real. En muchas ocasiones, como
docente priorizas lo importante, lo programado en el currículum,
sobre lo útil y no tiene por qué ser siempre así. Enseñar desde la
utilidad hará que tus alumnos aumenten su motivación por aprender y
fomenten su creatividad.
6. Premia el error. Sí, has oído bien. Premiar el error. En un aula debe haber espacio para el error. Así que plantéate premiar las intervenciones, no los aciertos.
7. Trasciende el aprendizaje fuera del aula.
Afortunadamente, el saber ya no está encerrado entre las cuatro paredes
de un aula. A través de metodologías como Flipped Classroom o las aulas
virtuales, ya es posible trascender el conocimiento, es decir, el
aprendizaje ya no es lineal, sino global.
8. Valora más el proceso que el resultado.
En un mundo tan competitivo, la escuela debe ser un espacio para
valorar no sólo el resultado, sino el esfuerzo con el que se ha
conseguido ese resultado. Un claro ejemplo sería el valor que muchos
docentes dan al examen, sin tener en cuenta todo lo que se ha trabajado
para llegar a ese examen. Si el examen lo es todo, entones, ¿de qué
sirve todo el trabajo que tú y tus alumnos habéis creado mientras tanto?
9. Opta por un aprendizaje basado en proyectos (ABP).
¿Por qué un aprendizaje en proyectos? Pues porque se basa en una
metodología donde el alumno es el verdadero centro del aprendizaje y
porque tiene en cuenta las habilidades y actitudes de tus alumnos. Si
tienes curiosidad sobre cómo se crean un aprendizaje basado en
proyectos, te invito a la lectura de mejor libro que existe en la
actualidad al respecto. Aquí te dejo el enlace.
10. Trabaja por una escuela inclusiva.
Exclusión, segregación, integración e inclusión. Tú eliges. Yo lo tengo
claro. No concibo otra educación posible que no sea una educación
inclusiva, es decir una educación de todos y para todos, una educación
que ni excluya ni segregue, una educación que sea integral, que luche
por las desigualdades, que sea capaz de crear una concienciación de toda
la comunidad educativa.
11. Incorpora la educación emocional en tu día a día. Si algo he aprendido estos años es que existe una escuela del hacer, una escuela centrada en la productividad y los resultados, pero también existe un espacio par la escuela del ser,
para la escuela que trabaja las emociones en el aula como herramienta
para la formación integral de los alumnos. La escuela del ser es la
escuela de la empatía, la resiliencia, la autoestima, el autoconcepto y
otras muchas competencias emocionales que deben formar parte el día a día en el aula de cualquier docente.
12. Desaprende para poder seguir aprendiendo.
No se puede aprender si no se es capaz de desaprender. ¿Qué significa
esto? Con el paso de los cursos académicos es muy fácil instalarse en la
zona de confort. Por eso es tan importante desaprender para asumir
nuevos retos, nuevas metodologías, nuevas herramientas que te hagan
crecer como docente.
13. Nunca olvides tu sonrisa al entrar en el aula.
No existe un arma más poderosa para conquistar el corazón de tus
alumnos que tu sonrisa. Una sonrisa que dice mucho de ti y mucho de la
manera con la que quieres enseñar a tus alumnos. ¿Quieres saber cómo
conquisto el corazón de mis alumnos en el aula? Descúbrelo en el
siguiente artículo.
14. Nunca dejes de aprender, de formarte.
El error que cometí mi primer día de clase fue pensar que lo sabía
todo, cuando en realidad no sabía nada. El saber no está en lo que
sabes, sino en lo que vas aprendiendo a partir de una formación
continua. Ese aprendizaje es el que te ayudará a mejorar cada día, a
plantearte nuevos desafíos en el aula.
15. Las Nuevas Tecnologías nunca te sustituirán.
Siempre he sido un firme defensor de la TIC en el aula. Pero al igual
que he defendido el papel de las Nuevas Tecnologías en el aula, también
tengo claro que las herramientas que se usan en el aula nunca serán
capaces de sustituirte, nunca serán capaces de hacer tu trabajo.
Consejos para docentes en su primer día de clase. A modo de conclusión.
He elegido quince consejos porque son
quince los cursos que llevo ejerciendo como docente. Ahora que he
llegado aquí, me doy cuenta de que tal vez estos consejos no iban
dirigidos a ti, sino a mí.
Ahora me doy cuenta de que, aunque mi
maleta está algo más llena de experiencia, aún me queda un largo camino
por recorrer. Por suerte, no estoy sólo. Es más, estoy completamente
seguro de que tú me acompañarás en este increíble viaje que se llama
educar. Yo, como siempre, cuento contigo.
Tomado del blog Justifica tu respuesta de Santiago Moll
Interesantes consejos para nuestra VIDA EDUCATIVA.
ResponderEliminar