Considerada por algunos como una excentricidad, investigadores y psicólogos coinciden en sus virtudes
Hablar solo en voz alta es un hábito más común de lo que se cree. Y aunque la «auto-charla» a veces se mira sólo como una excentricidad, investigadores y psicólogos coinciden en que puede influir en nuestro comportamiento y la capacidad cognitiva.
«Con esta herramienta, el lenguaje nos permite alejarnos de nuestras propias experiencias cuando estamos reflexionando sobre nuestra vida. Y es por eso por lo que resulta más útil», explica Ethan Kross, profesor de psicología de la Universidad de Michigan.
«Cuando nos hablamos a nosotros mismos, estamos tratando de ver las cosas más objetivamente» explica Kross, «por lo que también es importante cómo nos hablamos». Los dos tipos de conversación con los que estamos familiarizados son la llamada «auto-charla instructiva», que consiste en encargarnos una tarea, y la «auto-charla motivacional», basada en reforzarse positivamente («¡Claro que puedo hacerlo!»).
«Una de las razones clave por las que resulta tan 'fácil' aconsejar a otros sobre un problema es porque nosotros no estamos absorbidos por ese problema. Podemos pensar más claramente porque tenemos distancia respecto a la experiencia», explica el psicólogo, y «hablar solos nos facilita esa 'distancia psicológica'».
Un estudio publicado en Procedia (Social and Behavioral Sciences) investigó los diferentes efectos de estos dos tipos de charla en un equipo de baloncesto. Se descubrió que los jugadores pasaban la pelota más rápido cuando se motivaban a sí mismos en voz alta.
Más allá de la auto-charla motivacional, hablarse a sí mismo de una manera instructiva puede acelerar las habilidades cognitivas en relación con la resolución de problemas y el desempeño de tareas.
FUENTE: ABC SOCIEDAD
Yo hablo solo hace ratos.
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