¿CÓMO SENTAR A NUESTRO ALUMNADO EN CLASE? 7 FORMAS DISTINTAS Y SUS POSIBILIDADES (1ª parte)
A lo largo del curso, pero muy especialmente al comienzo del mismo, ésta
es una de las preguntas que más me he cuestionado en mi vida docente.
La organización del aula es un aspecto importantísimo que dice mucho del
carácter del maestro y de su mentalidad. Os invito a ver este vídeo,
antes de avanzar en el post:
Si os dais cuenta, se nos presentan metodologías, actividades... pero
apenas se habla de una cuestión tan importante con es la distribución
física de los alumnos en el aula. Gracias al contacto que tengo con
algunos profesores y colegios de diferentes lugares, hay un denominador
más o menos común: la mayoría se plantea una distribución estanca a
medio plazo, generalmente para todo un trimestre. Y, personalmente, en
Primaria esto me parece un grave error. El mobiliario de nuestras aulas
nos permite cambiar la distribución con facilidad, por tanto yo
recomendaría que se usen diferentes agrupaciones frecuentemente, en
función cuál favorezca un mejor desarrollo de la actividad que se vaya a
realizar en cada momento. Esto aporta dinamismo a nuestras aulas, evita
que el alumnado se acomode y favorece diferentes interacciones entre
ellos. ¿Pérdida de tiempo? Tal vez los primeros días se requiera cierto
tiempo, pero con el paso de los días se convertirá en algo habitual y se
moverán con gran rapidez.
Ahora bien, sin duda es necesario conocer qué ventajas tiene cada una de
las diferentes formas de agrupar al alumnado en el aula y en qué
actividades conviene optar por una u otra. En este post voy a
presentaros todas aquellas que uso yo en mis clases, junto con el tipo
de actividad que se realiza. Empezaré por las tradicionales, las que
todos seguro que habéis usado en más de una ocasión:
1.- Gran grupo / clase en U:
Una distribución clásica. El profesorado es el centro de atención y
todos están de frente a él, lo que facilita la escucha y evita
conversaciones con los compañeros. Tiene una gran ventaja, ya que el
maestro tiene mucho espacio en el centro para acercarse a los alumnos,
ver qué están haciendo, controlar su trabajo y resolver dudas. Suele
funcionar bien con clases "ruidosas" y que tienden a la dispersión. La
suelo usar cuando tengo que ofrecer una sesión de clase "tradicional",
es decir, explicación de una parte de la materia por mi parte y
realización de actividades. También la utilizo para celebrar tutorías,
asambleas o debates, aunque hay otras alternativas que me gustan más
para ello.
2.- Equipos:
Ideal para cualquier trabajo colaborativo o actividades en las que se
quiera fomentar la inclusividad. Normalmente, los maestros tendemos a
organizar equipos con el mismo número de personas en todos, incluso
solemos ser nosotros quienes decimos quien está en cada equipo.
Personalmente, me gusta más dar un número mínimo y máximo de componentes
y dejarles libertad para que formen los equipos. Eso sí, es muy
importante que los trabajos en equipo se realicen en el aula, y no que
tengan que juntarse en casa de alguien fuera del horario escolar. En ese
caso perdemos la oportunidad de ver cómo trabajan, cómo resuelven los
conflictos, cómo se organizan, qué aporta cada uno... Este tipo de
agrupación genera un aula "ruidosa", pero es un "ruido" sano, de
estudio, de trabajo, de actividad. En caso de optar por este tipo de
agrupación a medio-largo plazo, se puede aprovechar para organizar algún
tipo de competición por equipos, obteniendo puntos por la realización
de determinadas tareas. Ello también fomenta la cooperación, aunque
también en ocasiones una competitividad malsana.
3.- Parejas:
Una distribución muy habitual en nuestras aulas de Primaria,
especialmente en los cursos mayores. Es una buena opción para optimizar
algunas metodologías como la tutoría entre iguales, o el trabajo por
expertos. También suelo usarlas varias veces a la semana, pero lo que
evito es distribuirles a todos en filas. Cuando se pongan en parejas,
deben elegir ellos cómo quieren sentarse: uno al lado del otro,
enfrente... Lo importante es la interacción y al ser un grupo más
pequeño que el equipo ambos miembros se ven obligados a intervenir y
participar.
4.- Individual:
De todas las que os he presentado hasta ahora, ésta es la que menos
utilizo y también la que menos me gusta. De hecho, solamente la propongo
para la realización de cuestionarios individuales y exámenes
tradicionales. Aparte de estas actividades, no se me ocurre ninguna otra
en la que suela utilizarla.
Hasta aquí la primera parte del post. En la segunda parte, os voy a
presentar 3 alternativas mucho menos usadas por la mayoría de nosotros,
pero que pueden ser de gran utilidad si sabéis para qué. Espero que la
reflexión sea útil para todos.