La labor del maestro es una labor maravillosa, llena de magia, con múltiples posibilidades. Ser un buen profe implica mucho más que exponer contenidos y esperar que los alumnos y alumnas los aprendan y asimilen. El buen profe es aquel que se preocupa por sus alumnos y alumnas, que los conoce y que es capaz de motivarlos, de despertar su interés y potenciar sus procesos de aprendizaje. El buen profe es capaz de transformar a sus alumnos y alumnas, de crear en ellos un movimiento interno que dejará una huella permanente.
La labor del maestro
Enfrentarse a una clase llena de alumnos y alumnas no siempre es fácil. Aunque lo llevemos bien organizado son muchos los imprevistos o giros que pueden surgir y que dirigen la dinámica de la clase hacía un camino inesperado. Esto que puede parecer complicado, forma parte de la magia de la labor maestro, ser capaces de aprovechar los giros inesperados y guiar el camino de nuestros alumnos y alumnas, hacía lugares donde todo es posible.
La labor maestro, es una labor muy importante, aunque desgraciadamente no siempre es valorada ni considerada como se merece. Educar consiste en preparar a los niños y niñas para la vida, educar es servirles de guía para que poco a poco cada uno de ellos vaya construyendo su camino, educar consiste en una interacción, un proceso lleno de magia y de posibilidades donde el alumno/a florece y aprende a desarrollar sus posibilidades.
La labor del maestro no es fácil, pero cuando se hace bien deja una huella imborrable en sus alumnos y alumnas. Pasa a formar parte de ellos, ya que constituye un apoyo en el proceso, ya que será aquella causa original que les removió para el cambio.
Trucos para ser un maestro que deja huella
- Disfruta de la labor maestro, solo podrás ayudarles a crecer si disfrutar de la labor y te metes en ella a fondo.
- Ayúdales a pensar, no les des las respuestas. Guíales mediante preguntas y ayúdales a desarrollar su capacidad de pensar.
- Sorpréndeles cada día, haz de tus clases y de tus lecciones un escenario mágico donde cada día ocurra algo nuevo.
- Despierta su curiosidad y su interés por el aprendizaje.
- Procura un verdadero aprendizaje significativo. Para ello no te limites a exponer contenidos, es más no lo hagas, dales las claves y pídeles que ellos lleguen al contenido, sírveles de guía y proporcionales el material para ello, resuelve sus dudas y orienta su camino. Pero no olvides que el aprendizaje significativo es aquel en el que el alumno es el protagonista activo y es responsable del mismo.
- Conóceles, escúchales, sus preocupaciones, intereses, miedos, aquello que les entusiasma y que les preocupa.
- Dales voz y deja que compartan sus opiniones, no juzgues sus ideas.
- Deja que sean responsables, encargarles tareas.
- Desarrolla su autoestima, enséñales que cada uno de ellos y es ellas es único y muy especial.
- Respeta sus ritmos de aprendizaje.
- Convierte las experiencias de aprendizaje en experiencias lúdicas que potencien su aprender y que les hagan posible conectar diferentes aprendizajes y experiencias.
- Mantén una actitud positiva.
Tomado de educapeques.
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