viernes, 25 de diciembre de 2015

Esta es la otra carta que tus hijos no escribirán por Navidad

Hay vídeos que, simplemente, te llegan a corazón. Son vídeos que despiertan conciencias y hacen que te detengas por un instante y te replantees aspectos que desde hacía tiempo habías olvidado. Hoy vengo a presentarte un vídeo que se ha convertido en un viral en la red con varios millones de visitas y que tiene por título La otra carta. Se trata de un vídeo excepcional realizado por la empresa de muebles Ikea y que desde Justifica tu respuesta te recomiendo que veas y reflexiones acerca de su mensaje. Es un vídeo que aborda varios aspectos, pero me gustaría destacar uno que me parece esencial: el valor del tiempo en la educación de los niños. Así que no te entretengo más y te dejo con el vídeo y el comentario que hago a continuación. Espero que te guste.
La otra carta
Imagen extraída de Shutterstock

La otra carta a los Reyes o sobre el valor del tiempo.

En varios artículos he insistido en la importancia del concepto del tiempo en la educación. Y cuando me refiero a la educación, me refiero no sólo a la educación que se imparte en las aulas, sino también a la educación fuera de ellas, a la educación en los hogares. Pero antes de continuar, quiero que visualices este vídeo de poco más de dos minutos de duración. Se trata de un experimento que Ikea realizó con un grupo de familias españolas:
Vídeo creado por la marca de muebles Ikea para su campaña de Navidad

La otra carta. ¿Por qué la educación es tiempo?

Si has visto el vídeo, habrás comprobado que se divide en varias partes bien diferenciadas:
1. La carta de los niños a los Reyes Magos.
  • Estas cartas dirigidas a los Reyes Magos de Oriente son cartas en las que los niños comentan lo bien que se han portado. En estas cartas se reflejan muchas ilusiones en forma de guitarras, videoconsolas y unicornios. Son cartas escritas desde la ilusión y la esperanza. Son cartas que una vez escritas y guardadas en un sobre se depositan en un recipiente para que el Paje Real las haga llegar a Sus Majestades los Reyes Magos.
Pero el anuncio de Ikea no termina aquí. En realidad, sólo acaba de empezar. Lo mejor viene después, cuando les piden a esos mismos niños que han escrito su carta a los Reyes Magos, que escriban otra carta dirigida a sus papás y mamás. Es la otra carta.
2. La carta de los niños a sus padres, la otra carta.
  • La pregunta que formula el anuncio de Ikea es muy sencilla:¿Qué les pediríais a vuestros padres esta Navidad? La pregunta coge totalmente por sorpresa a los niños que participan en el experimento. Sus caras reflejan sorpresa y se encuentran al principio que no saben qué pedirles. Pero al cabo de un rato se lanzan a escribir en un papel aquello que les gustaría pedir a sus papás y mamás. Poco a poco el papel en blanco de la carta va llenándose de letras, de palabras y también de deseos.

Acerca del anuncio La otra carta.

Una vez escrita la otra carta a los papás, es el momento de hacérselas llegar a estos padres para que la lean. Y estas son algunas de las peticiones que hacen los niños a sus padres en la otra carta:
  • Quiero que estés más tiempo conmigo.
  • Quiero que hagamos más experimentos en casa.
  • Quiero que nos hagáis un poco más de caso.
  • Me gustaría que cenarais más con nosotros.
  • Quiero que me hagáis cosquillas.
  • Quiero que me leáis un cuento.
  • Quiero que pasemos un día juntos.
  • Quiero que juegues conmigo a vaqueros.
  • Quiero jugar más al fútbol contigo.
Estas son las peticiones que los niños hacen a sus papás. Lo que más sorprende es ver como al principio la lectura de estas cartas provoca una sonrisa en los padres, pero a medida que van leyendo las peticiones, esas risas desaparecen paulatinamente hasta convertirse en lágrimas de emoción. Incluso hay padres que mezclan la risa con el llanto. Se trata de un momento del vídeo tremendamente emotivo.
A continuación, una voz en off les pregunta a todos estos padres:¿Os sorprende que os pidan esto para Navidad?
A lo que los padres y madres responden:
  • Cerrando los ojos.
  • Con un largo silencio.
  • Con una mirada perdida.
  • Asintiendo con la cabeza.
Y diciendo:
  • La verdad es que no nos sorprende.
  • Es que tienen demasiados juguetes.
  • Les llenamos ese vacío con un juguete.
  • Piensas que les quieres dar todo lo mejor y te das cuenta de que lo mejor eres tú.
  • Si lo ha escrito es porque lo necesita.

La gran pregunta. ¿Qué carta elegir? A propósito de la otra carta.

Una vez han dado sus respuestas los papás y mamás, la voz en off vuelve a hacer acto de presencia para formular la siguiente pregunta a los niños: Si sólo pudierais enviar una de las dos cartas, ¿cuál enviarías, la de los Reyes Magos o la otra carta, la de papá y mamá?
La respuesta tras unos segundos de dudas se despeja al instante: la otra carta, la carta a papá y a mamá.
El anuncio de Ikea finaliza con el eslogan del anuncio que reza así:
La Navidad nos desamuebla la cabeza

La otra carta o el valor del tiempo en la educación. ¿Que carta te escribirían tus alumnos?

Debo confesar que este vídeo me emocionó profundamente y eso que en mi caso no tengo hijos. Se me hace difícil imaginar la reacción de algunos padres que se hayan sentido identificados con los padres del experimento realizado por Ikea. Pero aunque en mi caso no tenga hijos que me escriban una carta, sí tengo alumnos a mi cargo en mis clases. De ahí que me haya hecho la siguiente pregunta, ¿qué carta me escribirían a mí mis propios alumnos? No he hecho el experimento, pero estoy convencido de que a muchos de ellos les gustaría que les dedicara más atención tanto dentro como fuera de clase. Eso me lleva una vez más a afirmar que la educación es tiempo, que la educación también es enseñar cuando no se está enseñando.
Creo que como docente tu reto, que también es el mío, pasa por poder transformar el tiempo de una clase para disponer de más tiempo con tus alumnos. Se trata de un aspecto al que hace tiempo que le voy dando vueltas y que a día de hoy me parece uno de los grandes objetivos a los que me enfrentaré en un futuro próximo.

Del tiempo gestionado al tiempo transformado. A propósito de la otra carta.

En el artículo titulado ¿Por qué como docente dejé de gestionar el tiempo para transformarlo? ya incidí en la diferencia entre gestionar el tiempo y transformar el tiempo. No profundizaré en estos dos términos porque están desarrollados en el artículo. Pero en lo que me gustaría insistir es en la posibilidad de cambiar el tiempo de una clase cambiando su metodología. ¿Y para qué? Pues para disponer de más tiempo para estar con mis alumnos. Para disponer de más tiempo para trabajar con ellos sus anhelos, sus miedos, sus proyectos, su autoconcepto, en definitiva, todo lo relativo a la inteligencia emocional. ¿Y cómo? Aquí van algunas pistas:
El problema de la gestión del tiempo en las aulas es que se ha convertido en algo cómodo y que se puede controlar con facilidad. Se trata de la denominada zona de confort. Una zona de confort donde no hay riesgo, donde no hay una inquietud por los nuevos aprendizajes, por las nuevas metodologías.
Y sólo se podrá transformar el tiempo si eres capaz, precisamente, de salir de tu zona de confort y tomar decisiones, tomar riesgos que te permitan disponer de más tiempo para dedicar a tus alumnos, para que el día en el que te escriban una carta en ella no aparezca la palabra tiempo.
La educación es tiempo, Santiago Moll [TUITÉALO]
Tomado del blog Justifica tu respuesta.

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