lunes, 12 de octubre de 2015

Docentes bla, bla, bla. ¿Por qué tus alumnos no te escuchan?


Docentes bla, bla, bla. ¿Por qué tus alumnos no te escuchan?


DamDocentes bla, bla, bla. ¡Cuántas veces has salido del aula tras una sesión lectiva con la sensación de haber hablado no a tus alumnos, sino a las paredes! ¡Cuántas veces te habrás visto frustrado porque hablas y percibes que ningún alumno está atendiendo a tus enseñanzas!
Si como yo, tú también has sufrido el ser ignorado por tus alumnos mientras les hablas, tienes dos opciones. La primera es culpar a tus alumnos. La segunda es leer este artículo que está inspirado en el extraordinario libro de Dan Roam titulado Bla, bla, bla: Qué hacer cuando las palabras no funcionan.
¿Quieres saber por qué tus alumnos no te escuchan? ¿Quieres descubrir cómo se cautiva a los alumnos? ¿Quieres aprender el método de enseñar más hablando menos? Si es así, acompáñame porque zarpamos…
Docentes
Imagen extraída de Shutterstock

Docentes, ¿sabéis quién es Dan Roam?

Para empezar te diré que Dan Roam no es docente, sino un exitoso hombre de negocios que alcanzó la fama tras la publicación del bestseller Tu mundo en una servilleta: Resolver problemas y vender ideas mediante dibujos considerado uno de los mejores libros sobre pensamiento visual.
Dan Roam es un emprendedor que se dio cuenta de que las palabras no siempre funcionan o, mejor dicho, que se podía comunicar de una forma más efectiva que no fuera exclusivamente mediante las palabras. Y de ahí nació lo que se denomina comopensamiento visual o gramática visual, es decir, cómo hacer que te escuchen sin necesidad de estar hablando en todo momento.
A día de hoy Dan Roam se dedica a solucionar problemas a través del pensamiento visual en empresas tan prestigiosas como Google o Microsoft. Si queréis saber más sobre Dan Roam podéis entrar en su web en el siguiente enlace.

Docentes bla, bla, bla. Acerca del libro de Dan Roam.

El libro de Roam no es un libro pensado para docentes, es decir, no es un libro sobre educación y ahí creo que radica su interés. Es lo que entiendo yo como
Think outside the box (Pensar fuera de la caja, piensa de una manera diferente para obtener resultados diferentes)
De un tiempo a esta parte me he dado cuenta de que aprendo más sobre educación cuanto menos leo sobre educación.
¿Qué quiero decir con esto?
Pues que hay que salir de esa caja, la educativa, e indagar en otras cajas porque en ellas te encuentras tesoros como el libro de Dan Roam que son capaces de abrir nuevos horizontes y plantearte nuevos desafíos. Bla, bla, bla: Qué hacer cuando las palabras no funcionan no es un libro sobre educación, pero sí que se pueden aprovechar muchas de sus ideas para mejorar tu práctica docente. Espero demostrártelo a continuación.
Como me es imposible plasmar todas las ideas de Dan Roam en este artículo, me centraré en aquellas que te permitan identificar en qué puedes mejorar en el aula para conseguir que tus alumnos te presten atención y, en definitiva, aprendan de tus enseñanzas.
¡Comenzamos!

Tipos de docentes bla, bla, bla. ¿Con cuál te identificas?

Para Dan Roam:
“Las palabras son magníficas. Usadas correctamente, nos ayudan a pensar, sentir y recordar; expresan la verdad, nos muestran el camino, nos ayudan a entender, aclaran lo complejo, nos unen y dan sentido a nuestra vida”.
Pero para Dan Roam en muchas ocasiones lo que hacemos es destruir las palabras:
“Cuando destruimos, el resultado es el bla, bla, bla: el abuso, el uso indebido o el maltrato de la tecnología del lenguaje”.
1. Docentes (sin bla, bla, bla). Se trata del docente cuyo mensaje es claro y simple.
  • Se capta el mensaje a la primera.
2. Docente bla. Se trata del docente que cuando habla aburre.
  • El mensaje es interesante, pero se transmite de forma aburrida y torpe.
3. Docente bla, bla. Se trata del docente que, cuando habla, transmite un mensaje confuso.
  • Se usan indebidamente las palabras para crear un banco de niebla, es decir, se quiere decir algo, pero no se sabe muy bien qué es. Se podría considerar como un autoengaño.
4. Docente bla, bla, bla. Se trata del docente que no sólo aburre y confunde, sino que desconcierta.
  • Se pasa del autoengañarse a engañar a todo el mundo. Las palabras se utilizan para confundir y evitar la comprensión de un mensaje.
Dan Roam usa una palabra muy divertida para medir el poder de las palabras: la palabra
BLABLÁMETRO
Pero,
¿qué es un blablámetro?
Un blablámetro es el dispositivo del que nos serviremos para detectar palabras que se emplean eficazmente y palabras que no.
Para probar el blablámetro hay que partir de tres respuestas a partir de tus palabras:
  • Lo entiendo perfectamente.
  • Lo entiendo un poco.
  • No lo entiendo.

Cómo son los docentes sin bla, bla, bla.

Dan Roam parte de cuatro pilares básicos para una buena comprensión del mensaje a través de las palabras. Son estos:
  • El mensaje debe ser CLARO.
  • La idea debe expresarse de manera SIMPLE.
  • La intención del mensaje debe buscar en todo momentoACLARAR.
  • Las palabras deben ser capaces de aportar una vivencia que sirva para PENSARCRITICARDESCUBRIR y COMPARTIR.

El pensamiento vívido o cómo deberían enseñar los docentes para que fueran escuchados.

Aquí tenéis una vídeo muy ilustrativo en el que Dan Roam explica la diferencia entre pensamiento verbal y visual usando la famosa metáfora suya del zorro y el colibrí y de la importancia de encontrar el equilibrio entre ambos pensamientos:
Dan Roam define el pensamiento vívido de la siguiente manera:
“El pensamiento vívido es el equilibro entre la mente verbal y la mente visual”
Como docente, me he dado cuenta de lo desproporcionado que suele ser nuestro pensamiento vívido, es decir, en el aula se da una descompensación muy a menudo entre ambas mentes y eso provoca que los alumnos acaben por aburrirse o, simplemente, ignorarnos.
Si como docente consigues el equilibro entre lo verbal y lo visual será cuando las enseñanzas que des a tus alumnos resultarán efectivas.
Entonces,
¿cómo consigo que mis alumnos me escuchen?
Tus alumnos te escucharán cuando obligues a sus mentes visuales y verbales a trabajar juntas al pensar.
Pero,
¿cómo consigo que sus mentes verbales y visuales trabajen juntas?
Dan Roam plantea la solución para este problema mediante tres reglas:
Regla núm. 1. Cuando decimos una palabra, hacemos un dibujo y viceversa.
En el caso de que la palabra no se asocie a un objeto hay que crear un símbolo para que la mente verbal y visual sigan trabajando juntas.
Regla núm. 2Si no sabemos qué dibujar, echamos un vistazo a la gramática vívida.
La gramática vívida es el conjunto de reglas que usaremos para crear una idea visual a partir de una serie de ideas más pequeñas de elementos gráficos. Para ello se parte de seis dibujos básicos. Lo que más me ha gustado es que asocia cada elemento a una pregunta elemental:
  • Retratos (¿Qué? ¿Quién?)
  • Gráficos (¿Cuánto?)
  • Mapas (¿Dónde?)
  • Cronologías (¿Cuándo?)
  • Diagramas (¿Cómo?)
  • Tramas con variables múltiples (¿Por qué?)
Dan Roam se encarga de desarrollar con abundantes ejemplos de la vida cotidiana y profesional cada uno de estos seis elementos y su conexión a las preguntas que acompañan cada uno de estos elementos. Personalmente ha sido la parte del libro que más me ha fascinado por su claridad.
Regla núm. 3Para que cualquier idea sea más vívida, debemos plantearnos las siguientes preguntas:
1. FORMA: ¿Qué forma tiene la idea que quiero expresar? ¿Soy capaz de descubrir cuál es la esencia de mi idea?
2. ESENCIA: ¿Puede explicarse sólo con lo más importante? ¿Sé cuál es la esencia de mi idea?
3. RECONOCIMIENTO: ¿Se trata de una idea reconocible? ¿Se ha visto antes?
4. DESARROLLO: ¿Se trata de una idea capaz de evolucionar? ¿Las personas a las que transmito mi idea podrán desarrollarla?
5. OPOSICIÓN: ¿Mi idea tiene en cuenta las ideas opuestas?
6.  INTERÉS: ¿Me importa la idea? ¿Me interesa la idea?

Docentes bla, bla, bla. A modo de conclusión.

Seguramente habrás oído hasta la saciedad la expresión los retos del docentes. No voy a enumerar cuáles son porque seguro que los conoces perfectamente. Pero hay un reto que subyace en este artículo y es el siguiente:
  • El mayor reto al que se enfrenta un docente en la actualidad es hacer que una idea compleja sea más clara, más simple y totalmente comprensible. Y esto se conseguirá no sólo alzando la voz, es decir, no sólo con la ayuda de la palabra, sino mediante la conexión de la palabra con la imagen, con la representación visual.
Si conseguimos enseñar conectando el pensamiento verbal con el visual, no sólo tendremos alumnos más atentos en nuestras clases, sino que tendremos alumnos que entienden nuestras explicaciones a la perfección.
Después de haber leído el libro de Dan Roam Bla, bla, bla: Qué hacer cuando las palabras no funcionan me he dado cuenta de algo muy curioso y es que, cuando un alumno me dice que no ha entendido lo que acabo de enseñarle con palabras, lo que hago es seguir utilizando más palabras. Tal vez si en lugar de palabras, en lugar del pensamiento verbal lo que debo hacer es conectar estas palabras con el pensamiento visual. Así el alumno tendrá más posibilidades de entenderme y yo dejaré de ser un docente bla, bla, bla, un docente aburrido, confuso y desconcertante.
Hablamos mucho y dibujamos poco o, lo que es lo mismo, no conectamos las palabras con imágenes para que se fijen de forma vívida en el proceso de aprendizaje de nuestros alumnos. Esta es la lección que he aprendido de Dan Roam y que he querido compartir contigo en esta entrada.
Escrito por Santiago Moll en el blog justifica tu respuesta.

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