Violencia vs Valores
En plena celebración del día del padre, como en cualquier campo de fútbol del estado español, se estaba disputando un partido de fútbol, en esta ocasión de infantiles. Todo transcurría dentro de la normalidad habitual que rodea el entorno de un partido entre preadolescentes. Por desgracia, dentro de ese entorno, más frecuentemente de lo que se cree, se pueden encontrar a padres y madres que hacen de la diversión y el ocio un oficio. Ese árbitro que lo intentaba hacer lo mejor que puede y que elije pasar los fines de semanas, haga frío o calor, dirigiendo partidos, ya sea por afición o por ganarse unos eurillos, pasa a ser el ogro. Ese entrenador que lo único que pretende es enseñar a los niños, ya sean nociones básicas de fútbol o simplemente valores, pasa a ser el profesor que tiene manía al hijo de cada cual. Y ese jugador que está en el terreno de juego, o banquillo, y que lo está por afición o por pasar rato con los amigos, pasa a ser Cristiano Ronaldo, Messi o Pacheco.
El redactor de este artículo, ha pasado afortunadamente la mayoría de las veces y desafortunadamente en otras pocas veces por cada uno de los puestos anteriormente nombrados. Desafortunadamente, porque en muchas ocasiones ha tenido que aguantar insultos hacia compañeros, árbitros, rivales, entrenadores y hacia su persona, pero no solo eso, ha estado presente en varias peleas de las que, siempre, el mayor perjudicado ha sido el fútbol. Por lo tanto, se puede permitir el lujo de hablar libremente sobre este tema.
La primera palabra que se viene a la cabeza es “VERGÜENZA”. Vergüenza porque el primer objetivo del fútbol escolar debe ser la educación en valores y no la formación de futuras estrellas de las cuales solo 1 de cada 10.000 acaban siendo profesionales (profesional se le llama a todo aquel futbolista que viva únicamente del fútbol, ya sea en Primera división como en tercera). Vergüenza porque un 40% de futbolistas está en un equipo presionado por sus padres y/o madres. Vergüenza porque se está haciendo de este bonito deporte una mina de carbón donde se explota a los/as niños/as con el fin de que cumplan los sueños de sus progenitores.
¡BASTA YA! Hay que dejar disfrutar a los niños de este hermoso deporte, basta de presionarles, basta de faltar al respeto a cualquier persona que esté sobre el terreno de juego. Hay que recordar que no son profesionales, son personas que han decidido pasar su tiempo libre disfrutando de lo que más les gusta, o incluso emplear ese tiempo en conseguir unos pocos ahorros que le permitan tener una ligera libertad financiera.
Para finalizar me gustaría invitar al lector a una pequeña reflexión. ¿De veras merece la pena pasar un mal rato en vez de disfrutar del espectáculo que es el fútbol? Y además, si está jugando tu hija/o, ¿qué valores crees que le pueden enseñar con ese tipo de actitud?
Imagen destacada: Iraurgi Cup Facebook
FUENTE:
Sexto Anillo
La web del deporte
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